El profesor-investigador Ignacio Miranda, de la Universidad Autónoma Chapingo, nos da una interesante introducción al tema de la hidroponía, del cual es especialista debido a su historial de producción de hortalizas en invernadero, especialmente con el objetivo de realizar investigación y enseñanza.
De hecho, fue en la materia optativa de Introducción a la hidroponía, durante mi año de propedéutico en Chapingo, cuando el profesor Ignacio me enseñó los fundamentos de la producción en hidroponía y los cálculos necesarios para generar y ajustar soluciones nutritivas, conocimientos que me han servido mucho.
A lo largo de los años el profesor Ignacio Miranda ha enseñado los fundamentos de la la producción de hortalizas, bajo invernadero y con hidroponía, a una gran cantidad de generaciones de chapingueros, principalmente a aquellos que cursan la preparatoria agrícola, departamento al cual está adscrito.
¿Quién descubrió o desarrolló la hidroponía?
La hidroponía es una técnica de cultivo sin suelo que tiene raíces muy antiguas, aunque no se puede atribuir su descubrimiento a una sola persona. El desarrollo de este sistema fue gradual, basado en observaciones y experimentos a lo largo de la historia. De hecho, las primeras ideas sobre el cultivo en agua provienen de las civilizaciones antiguas.
Uno de los ejemplos más conocidos es el de los Jardines Colgantes de Babilonia, que datan de alrededor del 600 a.C. Se cree que las plantas se cultivaban utilizando un sistema que transportaba agua desde el río Éufrates, lo que podría considerarse una forma primitiva de hidroponía. En Egipto y China también hay evidencia de sistemas que aprovechaban los nutrientes del agua para alimentar a las plantas.
No obstante, el desarrollo científico de la hidroponía empezó a tomar forma en el siglo XVII, cuando el químico belga Jan Baptista van Helmont realizó experimentos que demostraron que las plantas no obtenían su sustento solo del suelo, sino también del agua. Esto abrió camino a una serie de investigaciones sobre el papel de los nutrientes disueltos en el agua para el crecimiento vegetal.
El siguiente gran avance lo dio el botánico inglés John Woodward a finales del siglo XVII. Él descubrió que las plantas crecen mejor en soluciones que contienen sustancias minerales disueltas, en lugar de agua puramente destilada. Su trabajo sentó las bases para entender el proceso de absorción de nutrientes por parte de las plantas, lo que eventualmente llevaría al desarrollo de sistemas hidroponicos más complejos.
Sin embargo, la hidroponía moderna tal como la conocemos hoy comenzó a desarrollarse en el siglo XX. El científico estadounidense William Frederick Gericke, en la década de 1930, fue uno de los pioneros en el uso de la hidroponía a gran escala. Gericke utilizó el término “hidroponía” por primera vez y fue quien popularizó esta técnica al mostrar que era posible cultivar plantas a gran escala sin necesidad de tierra, solo con soluciones nutritivas en agua. Este avance fue revolucionario, y Gericke mostró que incluso plantas grandes como los tomates podían crecer sin tierra, lo que llamó la atención de agricultores y científicos por igual.
La hidroponía siguió evolucionando en la segunda mitad del siglo XX, gracias a la investigación en nutrientes y el desarrollo de tecnologías para el control de las soluciones de agua.