Episodio 495 de Podcast Agricultura

Episodio 495: Las bases de la tecnología en el agro con Aurelio Bastida

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El profesor-investigador Aurelio Bastida Tapia, de la Universidad Autónoma Chapingo, nos comparte sus reflexiones sobre lo que implica la tecnificación agrícola, derivadas de sus análisis y experiencias en campo, trabajando en la organización de comunidades rurales.

Durante esta conversación nos presenta además los diferentes niveles de agricultores que existen en México, y cómo la tecnología impacta en cada uno de ellos, considerando por supuesto que no existe una sola tecnología que funcione para todos, sino que cada uno debe buscar cuáles les funcionan.

¿Un agricultor necesita invertir en las tecnologías más novedosas?

Invertir en tecnologías novedosas es una decisión estratégica para cualquier agricultor; sin embargo, no siempre es una necesidad inmediata. Antes de lanzarte a incorporar las últimas innovaciones, es importante analizar cómo estas tecnologías pueden beneficiar específicamente a tu operación.

La agricultura actual enfrenta múltiples desafíos: la variabilidad climática, la presión por aumentar la productividad y la necesidad de gestionar los recursos de manera eficiente.

En este contexto las tecnologías avanzadas pueden ofrecer soluciones reales. Por ejemplo, los sensores de humedad del suelo permiten un riego más preciso, reduciendo costos de agua y mejorando los rendimientos. Los drones, por su parte, pueden monitorear tus cultivos desde el aire, identificando zonas problemáticas antes de que se conviertan en pérdidas significativas.

Dicho esto, la inversión debe estar alineada con tus objetivos y tu capacidad financiera. Comprar un tractor autónomo o instalar un sistema completo de agricultura de precisión puede ser muy útil, pero no siempre es viable ni necesario para todos. Muchas veces, pequeñas inversiones en tecnología más accesible, como sistemas básicos de gestión agrícola o aplicaciones móviles para monitoreo de plagas, pueden generar un impacto igual de significativo en tu rentabilidad.

Otro punto clave es considerar el retorno de inversión. Si decides adquirir una tecnología costosa, asegúrate de que realmente resolverá un problema o aumentará la eficiencia de manera tangible. Pregúntate: ¿la tecnología reducirá costos operativos? ¿Aumentará los rendimientos o mejorará la calidad de los productos? Estas preguntas te ayudarán a priorizar y tomar decisiones informadas.

Por último, evalúa la curva de aprendizaje. No todas las tecnologías son fáciles de implementar y operar. Algunos equipos o sistemas pueden requerir formación específica o la contratación de personal técnico, lo que añade costos adicionales. Si no estás preparado para integrarlas adecuadamente, podrías terminar perdiendo más de lo que ganas.

Es decir, invertir en tecnologías novedosas no siempre es una obligación, pero sí una oportunidad. Analiza tus necesidades, define tus metas y prioriza aquellas soluciones que realmente puedan marcar la diferencia en tu operación agrícola. La clave no es tener lo más nuevo, sino lo que mejor se adapte a ti.

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