En esta ocasión entrevisté a Antonela Reynoso de Verge AG, especialista en atención al cliente y ventas, para conversar sobre cómo la planificación inteligente de rutas en maquinaria agrícola puede transformar la eficiencia en el campo. Un diálogo lleno de ideas prácticas y visión tecnológica.
Hablamos sobre cómo la plataforma de Verge AG ayuda a optimizar recursos, reducir costos y mejorar la sostenibilidad en las operaciones agrícolas. También exploramos los retos que enfrentan los productores al adoptar estas innovaciones y cómo superarlos para aprovechar todo su potencial.
¿Cómo impacta en el negocio de la planificación de rutas de la maquinaria agrícola?
La planificación de rutas en maquinaria agrícola impacta de manera directa en la rentabilidad, pues cada metro recorrido y cada minuto de operación representan un gasto real. Combustible, desgaste de piezas, lubricantes y horas de mano de obra son recursos que, si no se gestionan con precisión, elevan los costos sin generar valor. Optimizar rutas significa transformar cada movimiento en una inversión productiva.
Cuando defines trayectorias eficientes, reduces solapamientos y evitas que la maquinaria pase dos veces por la misma zona. Este ajuste incrementa la capacidad operativa diaria, permitiendo cubrir más superficie en menos tiempo. En siembra, fertilización o cosecha, esta eficiencia facilita aprovechar ventanas climáticas críticas y cumplir calendarios de producción exigentes.
Un trazado bien calculado mejora la uniformidad de las labores. Mantener un patrón de trabajo constante garantiza que semillas, fertilizantes o fitosanitarios se apliquen de forma homogénea. Esto repercute en la calidad del cultivo, la sanidad de las plantas y la regularidad del rendimiento por hectárea, aspectos que influyen tanto en el valor de mercado como en la logística de comercialización.
En operaciones agrícolas de gran escala, la optimización de rutas reduce de forma notable los costos por hectárea trabajada y fomenta un uso equilibrado del parque de maquinaria. Así, se distribuye la carga de trabajo entre equipos, se evitan desgastes prematuros y se establece un programa de mantenimiento basado en horas efectivas, lo que minimiza paradas imprevistas y prolonga la vida útil de cada unidad.
La tecnología actual va más allá de simples mapas de campo. Hoy se integran datos de topografía, pendientes, humedad del suelo y densidad de cultivo para recalcular rutas en tiempo real. Esto permite adaptar la operación a las condiciones del momento, evitando zonas encharcadas o suelos demasiado compactos, y asegurando un avance seguro y productivo.