Según la FAO, en el mundo existen alrededor de 6,000 especies vegetales de las cuales podemos obtener alimentos, sin embargo, solo 200 de ellas contribuyen de manera sustancial a la alimentación mundial. Y mientras mayor dominancia tengan pocos cultivos se ponen en riesgo muchos otros.
¿Por qué ciertos cultivos tienen más importancia mundial que el resto?
La importancia de ciertos cultivos a nivel mundial se debe a una combinación de factores económicos, sociales, nutricionales y culturales. Estos factores determinan no solo la superficie dedicada a su producción, sino también el volumen de comercialización, la inversión en tecnología y recursos para su cultivo, y su presencia en la dieta de diversas poblaciones. Vamos a explorar estas razones más a fondo para entender por qué algunos cultivos se destacan por encima de otros.
En primer lugar, la demanda nutricional y alimentaria es un factor determinante. Los cultivos más importantes, como el arroz, el trigo y el maíz, tienen un papel fundamental en la dieta diaria de millones de personas. Por ejemplo, el arroz es un alimento básico para más de la mitad de la población mundial, especialmente en Asia. El trigo se utiliza para producir pan, pastas y otros productos esenciales en diversas culturas, mientras que el maíz es una fuente vital de alimento en América Latina y África. La capacidad de estos cultivos para proporcionar calorías y nutrientes esenciales a gran parte de la población los convierte en prioritarios para la seguridad alimentaria global.
El clima y la adaptabilidad de los cultivos también juegan un papel crucial. Los cultivos que pueden crecer en una amplia gama de condiciones climáticas y de suelo tienden a expandirse más fácilmente a diferentes regiones. Por ejemplo, el maíz tiene la capacidad de crecer en climas tropicales, subtropicales y templados, lo que ha permitido su presencia en numerosos países. Esto no solo facilita su expansión, sino que también permite a los agricultores depender de estos cultivos a pesar de las variaciones estacionales y climáticas, fortaleciendo su importancia económica.
El valor económico y la comercialización internacional son otros factores clave. Algunos cultivos tienen un alto valor de mercado, como la soja, el café, el cacao y el algodón. La soja es un excelente ejemplo de un cultivo estratégico, ya que no solo se utiliza para el consumo humano, sino también como alimento para animales, y es una materia prima para la producción de aceites y biocombustibles. Esto ha impulsado una gran demanda internacional y ha llevado a su expansión en países como Brasil y Estados Unidos, convirtiéndolo en un pilar de sus economías agrícolas.
La industrialización y la transformación de ciertos cultivos en productos procesados también aumentan su relevancia. Cultivos como la caña de azúcar y la remolacha azucarera no solo se destinan al consumo directo, sino que se utilizan para producir azúcar, edulcorantes y bioetanol. El cacao se transforma en chocolate y otros derivados de gran valor en el mercado mundial. La posibilidad de convertir una materia prima en diversos productos con valor agregado impulsa la rentabilidad y, por ende, la importancia de estos cultivos.
La capacidad de almacenamiento y conservación es otro factor determinante. Cultivos como el trigo, el arroz y el maíz pueden almacenarse durante largos periodos sin perder calidad, lo que facilita su transporte y comercialización a gran escala. Este aspecto logístico es vital para el comercio internacional y para asegurar la disponibilidad de alimentos en épocas de escasez o en regiones con menor capacidad de producción local.
Finalmente, el apoyo gubernamental y las políticas agrícolas han influido históricamente en la importancia de ciertos cultivos. En muchos países, se ofrecen subsidios, apoyo tecnológico y financiero para fomentar la producción de cultivos estratégicos que son considerados esenciales para la economía y la seguridad alimentaria. Por ejemplo, en Estados Unidos, los programas de apoyo a la agricultura han favorecido la producción de maíz y soja, fortaleciendo su posición en el mercado mundial.