Episodio 131 de Podcast Agricultura

Episodio 131: Microorganismos con Aura Bustamante y Carlos Campuzano

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En esta entrevista he platicado con Aura Bustamante y Carlos Campuzano sobre muchas de las particularidades del uso y manejo de microorganismos en el suelo. Aura y Carlos pertenecen a la empresa AliBio, la cual está especializada en brindar soluciones de microbiología para aumentar la productividad agrícola.

Esta entrevista es la segunda que realizo a especialistas de AliBio y aquí Aura nos habla sobre muchas de las interacciones que ocurren en los suelos agrícolas entre los microorganismos y los elementos nutritivos, un tema que sin duda es de mucha importancia para quienes apliquen microorganismos al suelo.

Además, Aura y yo también hablamos sobre los pormenores del uso de microbiología en los sistemas de producción hidropónica, algo que hasta hace poco se hubiese considerado innecesario, pero que ahora constituye una práctica que está siendo implementada cada vez con más frecuencia.

¿Cuándo se empezaron a aplicar microorganismos a los cultivos?

La aplicación de microorganismos a los cultivos comenzó a ganar relevancia a principios del siglo XX, aunque los beneficios de ciertos organismos en la agricultura ya habían sido observados mucho antes, de manera empírica, por los agricultores. La ciencia detrás del uso de microorganismos en el suelo y en las plantas, sin embargo, comenzó a desarrollarse con mayor precisión cuando se empezaron a identificar las interacciones entre los organismos microscópicos y los cultivos.

Uno de los primeros hitos importantes fue el descubrimiento de las bacterias fijadoras de nitrógeno, como las del género *Rhizobium*. A finales del siglo XIX, científicos como Martinus Beijerinck identificaron que estas bacterias formaban nódulos en las raíces de plantas leguminosas, ayudando a convertir el nitrógeno atmosférico en una forma que las plantas pudieran utilizar. Este descubrimiento abrió la puerta a la idea de que los microorganismos podrían utilizarse para mejorar la fertilidad del suelo sin necesidad de fertilizantes químicos.

A lo largo del siglo XX, las investigaciones en microbiología agrícola continuaron, y se desarrollaron productos comerciales basados en microorganismos. En la década de 1950, comenzó a popularizarse el uso de inoculantes microbianos, especialmente para mejorar la productividad de cultivos como el trigo, el maíz y las leguminosas. Estos inoculantes se basaban en cepas seleccionadas de microorganismos beneficiosos, como las bacterias solubilizadoras de fósforo o los hongos micorrízicos, que ayudaban a las plantas a absorber nutrientes de manera más eficiente.

En la década de 1970, con el auge de la revolución verde y el uso masivo de fertilizantes y pesticidas químicos, la atención hacia los microorganismos disminuyó un poco. Sin embargo, a medida que surgió una mayor preocupación por la sostenibilidad y el impacto ambiental de la agricultura intensiva, el interés por los biofertilizantes y los microorganismos para cultivos comenzó a resurgir. Los avances en biotecnología permitieron un mejor entendimiento de las interacciones entre los microorganismos y las plantas, lo que llevó al desarrollo de productos más eficaces y especializados.

Hoy en día, el uso de microorganismos en los cultivos es una práctica extendida, que abarca no solo bacterias fijadoras de nitrógeno, sino también una amplia gama de microorganismos que promueven el crecimiento vegetal, mejoran la resistencia a plagas y enfermedades, y contribuyen a la salud del suelo. Estos productos se utilizan tanto en la agricultura convencional como en la orgánica, y representan una herramienta clave para la sostenibilidad agrícola.

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