La cuestión financiera es un factor clave para que un proyecto de agricultura protegida tenga éxito, de hecho, si los números del plan de inversión no están bien hechos, seguramente en algún momento habrá problemas graves que tendrás que solventarse rápidamente, por lo que lo mejor es empezar de buena manera.
Sin embargo, muchos profesionistas creen que hacer un plan de inversión consiste simplemente en descargar una plantilla prediseñada de la red y ajustar un poco los números. ¡Grave error! Un plan de inversión debe hacerse a total conciencia y con la seriedad que el tema amerita.
Daniel Barrera, quien tiene un doctorado en ciencias en horticultura y es CEO de Agroinnova Panamá, nos comenta en esta entrevista cuáles son las claves al momento de realizar planes de inversión para proyectos relacionados con agricultura protegida.
Según Daniel, una de las cuestiones más importantes es que este tipo de proyectos debe tener un gran componente técnico que constituya la base de los cálculos económicos, pues de lo contrario, aunque los números cuadren en la hoja de cálculo la realidad será otra.
Además, Daniel nos explica con mucha claridad el procedimiento necesario para hacer un proyecto de inversión económica, el cual pueda ser aceptado por instituciones bancarias, dado que cuenta con una amplia experiencia en el tema, trabajando con bancos en México y en Panamá.
¿Cómo empezar un plan para invertir en agricultura?
Para comenzar un plan de inversión en agricultura, lo primero que debes hacer es definir claramente los objetivos que quieres alcanzar. Esto implica determinar si tu interés está en la producción de alimentos, en el desarrollo de tecnología agrícola, o en la comercialización de productos agrícolas. Cada uno de estos enfoques requiere una estrategia distinta y, por tanto, una evaluación específica de los recursos que necesitarás. Por ejemplo, si planeas invertir en producción de cultivos, deberás considerar el tipo de tierra, clima y acceso a agua disponibles, además de la maquinaria y mano de obra necesaria para la operación.
Una vez que hayas definido tus objetivos, el siguiente paso es realizar un análisis de mercado. Esto te permitirá entender mejor las tendencias en el sector agrícola, identificar oportunidades de crecimiento y detectar posibles riesgos. Deberás investigar factores como la demanda de productos específicos, las fluctuaciones en los precios de los insumos, y las regulaciones locales e internacionales que pueden afectar tus operaciones. En este análisis es fundamental considerar la competencia y los posibles nichos de mercado en los que podrías tener ventaja.
El tercer aspecto clave es la planificación financiera. Aquí es donde estableces un presupuesto y determinas cuánto capital necesitas para empezar, así como los posibles retornos de inversión. Es importante hacer una estimación realista de los costos iniciales y operativos, teniendo en cuenta tanto los gastos directos (tierra, insumos, equipos) como los indirectos (licencias, seguros, costos de transporte). También deberías planificar estrategias para gestionar imprevistos, como condiciones climáticas adversas o fluctuaciones en los precios del mercado.
Después de tener claros los aspectos financieros, tendrás que tomar decisiones sobre el modelo de negocio que vas a implementar. ¿Vas a optar por un enfoque intensivo en tecnología, como la agricultura de precisión? ¿O prefieres un enfoque más tradicional y sostenible, que podría atraer un nicho de consumidores preocupados por el medio ambiente? Estos detalles influirán directamente en la estructura de tu inversión y en las operaciones diarias de tu proyecto agrícola.
Finalmente, debes considerar la posibilidad de asociarte con otros actores clave en el sector. Podrían ser cooperativas, instituciones de investigación agrícola o incluso empresas de tecnología que buscan aplicar soluciones innovadoras en el campo. Estas alianzas pueden ofrecerte acceso a recursos, conocimientos y redes que serán cruciales para el éxito de tu inversión a largo plazo.