La fertilización foliar se considera una fertilización auxiliar para apoyar a la fertilización vía radicular, pero en muchos cultivos su uso se ha establecido como una actividad normal y necesaria, en especial en zonas donde los suelos agrícolas no tienen las características físicas y químicas necesarias.
¿Realmente es eficiente la fertilización foliar?
La fertilización foliar es una técnica utilizada en la agricultura para suministrar nutrientes directamente a las hojas de las plantas. Esta práctica se ha vuelto popular en diversas áreas de la agricultura debido a su capacidad para corregir deficiencias nutricionales de manera rápida y eficiente.
Uno de los principales beneficios de la fertilización foliar es su rapidez de acción. Cuando aplicas nutrientes a través de las hojas, estos pueden ser absorbidos y utilizados por la planta en cuestión de horas, en comparación con los fertilizantes aplicados al suelo, que pueden tardar días o semanas en ser absorbidos por las raíces y transportados a las partes aéreas. Esto la convierte en una herramienta valiosa para corregir deficiencias nutricionales específicas en momentos críticos del ciclo de cultivo, como durante la floración o la fructificación.
Otro aspecto que destaca la eficiencia de la fertilización foliar es la capacidad de aplicar nutrientes en condiciones donde la absorción radicular puede estar limitada. Por ejemplo, en suelos con pH extremo, compactados o con alta salinidad, las raíces pueden tener dificultades para absorber nutrientes. En estos casos, la aplicación foliar permite que las plantas reciban los elementos esenciales sin depender del suelo, mejorando así su desarrollo.
Sin embargo, la eficiencia de la fertilización foliar depende de varios factores. Uno de ellos es el tipo de nutriente que se aplica. Los micronutrientes, como el zinc, el hierro o el manganeso, son particularmente adecuados para la aplicación foliar debido a que son necesarios en pequeñas cantidades y pueden ser absorbidos rápidamente a través de las hojas. En cambio, los macronutrientes como el nitrógeno, fósforo y potasio, aunque pueden aplicarse foliarmente, generalmente se requieren en cantidades tan grandes que no siempre es práctico o económico suministrarlos de esta manera exclusivamente.
El éxito de la fertilización foliar también depende de las condiciones ambientales en el momento de la aplicación. Factores como la temperatura, la humedad y la velocidad del viento pueden influir en la absorción de los nutrientes por las hojas. Por ejemplo, en condiciones de alta temperatura o baja humedad, la transpiración de las plantas aumenta, lo que puede acelerar la absorción de nutrientes foliares, pero también puede aumentar la pérdida de la solución nutritiva por evaporación antes de que sea absorbida.
Es importante mencionar que la fertilización foliar no reemplaza a la fertilización del suelo, sino que debe considerarse como una herramienta complementaria. En un programa de manejo nutricional integral, la fertilización foliar se utiliza para corregir deficiencias puntuales y mejorar el rendimiento del cultivo en momentos clave, pero no debería ser la única fuente de nutrientes para las plantas.