En este episodio analizo las razones por las cuales el precio del tomate fresco que se comercializa en México varía considerablemente, siendo uno de los productos agrícolas que anualmente presenta aumentos que afectan a la economía de las familias, debido a que es un producto de consumo diario.
Para entender lo que sucede hay que darle una revisada a la ley de la oferta y la demanda, uno de los conceptos más básicos e importantes de la economía agrícola, el cual queda muy bien ejemplificado cuando analizamos las variaciones anuales del precio del tomate, aunque aplica para otros cultivos.
¿Por qué el precio del tomate aumenta considerablemente?
El precio del tomate en México experimenta incrementos notables por diversos factores, tanto internos como externos. Uno de los principales es la estacionalidad. La producción de tomate depende de condiciones climáticas específicas. Fuera de temporada, la oferta disminuye, lo que eleva el precio.
Los costos de producción también influyen. Fertilizantes, pesticidas y otros insumos han visto un aumento en sus precios. Esto se refleja directamente en el costo final del tomate. El transporte es otro aspecto crucial. El combustible y el mantenimiento de vehículos impactan en el precio. Distancias largas entre zonas de cultivo y puntos de venta adicionan costos.
Además, México es un exportador significativo de tomate. La demanda internacional, especialmente de Estados Unidos, afecta la disponibilidad interna y, por ende, los precios en el mercado local.
Factores climáticos extremos, como sequías o inundaciones, reducen la producción. Esto lleva a una oferta limitada frente a una demanda constante o creciente. Finalmente, la cadena de intermediarios puede inflar los precios. Cada intermediario añade su margen, encareciendo el producto final.
Estos factores, combinados, explican por qué el precio del tomate en México puede aumentar considerablemente.