Contexto histórico del ejido en México con Javier Cañada

Episodio 535: Contexto histórico del ejido en México con Javier Cañada

Volví a entrevistar al Lic. Francisco Javier Cañada Melecio, quien en esta ocasión nos viene a dar claridad sobre el pasado y futuro del ejido en México. El ejido, surgido tras la Revolución como respuesta a la desigualdad agraria, marcó profundamente la vida rural, la propiedad de la tierra y la organización comunitaria durante todo el siglo XX.

Con Javier exploramos cómo este modelo se convirtió en un pilar de justicia social, pero también en un espacio de tensiones, reformas y desafíos. Entender su historia es clave para imaginar qué papel puede tener en el México actual, donde persisten las luchas por soberanía alimentaria, sustentabilidad y desarrollo rural.

¿Cuántos ejidos existen en México legalmente en regla?

En México, cuando hablamos de cuántos ejidos existen “legalmente en regla”, conviene separar varias capas de información.

Primero está la cifra oficial: el Registro Agrario Nacional (RAN) reconoce 29,674 ejidos y 2,371 comunidades agrarias, que en conjunto suman 32,045 núcleos con personalidad jurídica y superficie inscrita.

Esta base constituye el punto de partida legal, pues significa que esas tierras colectivas están reconocidas y amparadas por el marco constitucional.

Sin embargo, el concepto de “en regla” va más allá del simple registro. Para que un núcleo agrario conserve plena validez jurídica debe cumplir con diversos criterios.

El más inmediato consiste en mantener órganos de representación vigentes: el comisariado ejidal y el consejo de vigilancia. Cada vez que se renuevan mediante asamblea, las actas correspondientes deben inscribirse en el RAN.

El propio registro publica periódicamente indicadores estatales que muestran cuántos núcleos cuentan con sus órganos debidamente actualizados.

Otro aspecto fundamental es la certificación de la tierra. Programas como PROCEDE o el Registro Agrario Ejidal (RAE) hicieron posible delimitar y otorgar seguridad jurídica a las parcelas, áreas de uso común y asentamientos.

En 2017, el RAN informó que más del 95% de los núcleos agrarios habían concluido este proceso de certificación, consolidando así la certeza territorial del régimen ejidal.

Actualmente, mediante el portal de datos abiertos, es posible monitorear el avance y estado de certificación de cada núcleo en particular.

Si se busca verificar un caso específico, existen dos herramientas centrales. La base PHINA (Padrón e Histórico de Núcleos Agrarios) proporciona información detallada, como la ficha técnica, el plano y los datos básicos de representación. Por su parte, la Consulta Sujeto Agrario permite obtener constancias oficiales sobre la vigencia del comisariado, las actas inscritas y otros elementos que confirman si un ejido se encuentra al día en términos administrativos y legales.

Así, para referirse con precisión al tema en contenidos o estrategias dirigidas al sector agrario, lo recomendable es presentar la cifra de 29,674 ejidos reconocidos, aclarando que “en regla” se define a partir de cuatro criterios: inscripción en el RAN, órganos de representación vigentes, certificación territorial y estatus administrativo actualizado.

Con esta distinción se gana en claridad, se evita la simplificación y se proyecta autoridad técnica y jurídica ante audiencias agrícolas que valoran el rigor en la información.