La producción en sustratos, mejor conocida como hidroponía, fue uno de los desarrollos que permitió obtener rendimientos nunca vistos a campo abierto. Y un sustrato es un elemento que se utiliza para sustituir al suelo, en lugares en los cuales los suelos no son aptos para la producción agrícola.
¿Cuáles fueron los primeros sustratos hidropónicos que se utilizaron?
Los primeros sustratos hidropónicos que se utilizaron fueron materiales naturales que permitían un buen drenaje y retención de agua, al mismo tiempo que ofrecían soporte a las plantas. Uno de los sustratos más antiguos es la arena, utilizada por su disponibilidad y capacidad de proporcionar un medio de crecimiento básico. Aunque la arena permite un buen flujo de agua, tiene el inconveniente de que puede compactarse con el tiempo, lo que dificulta la oxigenación de las raíces.
Otro sustrato temprano es la grava, que fue muy popular en los sistemas hidropónicos pioneros debido a su estabilidad y capacidad para mantener un buen nivel de aireación. La grava, al ser un material más poroso y de mayor tamaño, permitía que el agua fluyera fácilmente, evitando la acumulación de exceso de humedad, aunque también podía resultar pesada para sistemas grandes.
La perlita y la vermiculita también comenzaron a utilizarse en las primeras etapas de la hidroponía. Ambos son minerales que, cuando se someten a altas temperaturas, se expanden y adquieren una estructura ligera y porosa. La perlita destaca por su capacidad de aireación y drenaje, mientras que la vermiculita retiene más agua, lo que la hace ideal para equilibrar la humedad en el sistema.
Un sustrato que tuvo gran popularidad en los inicios de la hidroponía es la fibra de coco, derivada de los residuos de la cáscara del coco. Este material, que todavía se utiliza ampliamente hoy en día, es ligero, biodegradable y tiene una excelente capacidad para retener agua y nutrientes, al mismo tiempo que mantiene una buena oxigenación para las raíces.