El crisantemo de corte actual deriva de una gran cantidad de cruzas entre distintas variedades, por lo que ahora lo que se tiene son híbridos que expresan las cualidades más deseadas por el mercado. Y la historia de la producción de crisantemo se remonta a un par de siglos atrás.
¿Cuál es la importancia del crisantemo para la floricultura?
El crisantemo es una de las flores más importantes para la floricultura a nivel mundial debido a su popularidad, diversidad de formas y colores, y su facilidad de cultivo. Originario de Asia, específicamente de China y Japón, el crisantemo ha sido cultivado durante siglos y hoy en día es una de las flores más producidas y comercializadas en todo el mundo.
Una de las principales razones de su relevancia es su versatilidad en el mercado. El crisantemo se utiliza ampliamente en arreglos florales, tanto frescos como secos, y es especialmente popular en ocasiones especiales como festividades, funerales y eventos culturales. Su capacidad para florecer en diferentes épocas del año, bajo diversas condiciones climáticas, lo convierte en una opción constante para los floricultores, quienes pueden aprovechar su producción durante todo el año.
Otra ventaja del crisantemo es su amplia gama de variedades. Existen más de 200 especies y miles de híbridos, lo que ofrece una gran diversidad de formas, colores y tamaños. Esto permite a los productores satisfacer las demandas de diferentes mercados y consumidores. Desde los crisantemos en forma de margarita hasta los más complejos con pétalos doblados o esféricos, la diversidad genética de esta planta es un activo importante para la floricultura.
En términos de rentabilidad, el crisantemo es una flor relativamente fácil de cultivar, con bajos costos de producción y un ciclo de cultivo que permite varias cosechas al año. Esto se traduce en una alta productividad por unidad de área. Además, es una flor resistente y duradera, lo que facilita su transporte y manejo postcosecha, aspectos esenciales en el comercio de flores.
Finalmente, el crisantemo tiene un significado cultural profundo en varios países, especialmente en Asia, donde simboliza longevidad, felicidad y renovación. Esto impulsa su demanda en mercados internacionales, lo que lo convierte en un componente esencial para la exportación de flores en muchos países.