Episodio 036 de Podcast Agricultura

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Episodio 036: Hablando de agricultura con Joel Hernández

En este episodio entrevisto a Joel Hernández, presidente de la Sociedad Mexicana de Especialistas en Agricultura Protegida (SMEAP), quien nos habla sobre algunos aspectos importantes del sector de la agricultura protegida nacional, uno de los que más ingresos generan al país por cuestión de exportación.

Esta es la primera entrevista que hago aquí en el podcast, y espero que a partir de este momento tenga invitados de manera recurrente. El objetivo de entrevistas diversos profesionistas de la agricultura es conocer sus puntos de vista sobre los temas en los que son expertos.

Dentro de las cuestiones que Joel destaca están las perspectivas sobre el desarrollo de la agricultura protegida en nuestro país, en un momento en el cual parece que esta industria se ha estancado un poco. También hablamos sobre aquellas competencias no técnicas que los egresados deberían de tener para lograr el éxito.

¿Cuáles son las perspectivas de la agricultura protegida para México?

Las perspectivas de la agricultura protegida en México son bastante prometedoras, y este sector tiene potencial para crecer y consolidarse como un pilar fundamental de la producción agrícola nacional. El país ha visto un desarrollo significativo en la adopción de sistemas de agricultura protegida, como invernaderos, mallas sombra y macro túneles, lo cual ha permitido mejorar la eficiencia productiva, la calidad de los cultivos y la sostenibilidad de los recursos naturales.

Una de las principales razones que impulsa el crecimiento de la agricultura protegida en México es la posibilidad de aumentar la productividad. Bajo un sistema protegido, puedes tener mayor control sobre el ambiente de cultivo, lo que se traduce en una mejor gestión de factores como temperatura, humedad, riego y suministro de nutrientes. Esto no solo permite incrementar el rendimiento por metro cuadrado sino que también posibilita la producción durante todo el año. En cultivos como el tomate, el pimiento y las berries, esta constancia en la producción genera ventajas competitivas, tanto en el mercado nacional como internacional, al poder abastecer durante periodos en que otros productores no pueden hacerlo.

La exportación es otro factor que favorece las perspectivas de la agricultura protegida en México. Gracias a la cercanía con Estados Unidos y Canadá, y a los acuerdos comerciales como el T-MEC, hay una demanda continua de frutas y hortalizas de alta calidad provenientes de México. La agricultura protegida se ajusta perfectamente a estos mercados, ya que permite producir cultivos de alta calidad con menos residuos de agroquímicos y con estándares fitosanitarios que cumplen las exigencias de los países importadores. Esta oportunidad de exportación sigue impulsando la inversión en este tipo de tecnologías y sistemas de producción.

La sostenibilidad y el uso eficiente de recursos también forman parte de las perspectivas positivas de la agricultura protegida. La agricultura tradicional, especialmente en regiones áridas y semiáridas de México, enfrenta retos como la escasez de agua y la degradación de suelos. Los sistemas protegidos permiten un uso más eficiente del agua, ya que tecnologías como el riego por goteo y la captación de agua pluvial reducen significativamente el consumo de este recurso. Además, al cultivar en sustratos controlados o directamente en sistemas hidropónicos, se evita el uso intensivo del suelo, lo que disminuye la degradación y favorece la sostenibilidad a largo plazo.

Las innovaciones tecnológicas y la adopción de nuevas tendencias también juegan un papel importante. Cada vez más productores están invirtiendo en tecnologías de precisión para monitorear variables de clima, humedad y nutrientes en tiempo real. Además, el desarrollo de variedades de semillas adaptadas a sistemas protegidos y la introducción de nuevas especies vegetales con alto valor comercial han abierto nuevas oportunidades de negocio para agricultores que buscan diversificar sus cultivos y mejorar la rentabilidad.

El mercado interno también se beneficia de la agricultura protegida, ya que permite abastecer a la población mexicana con productos frescos, de alta calidad y disponibles durante todo el año. Esto es particularmente importante en zonas urbanas, donde la demanda de frutas, verduras y hortalizas es constante y creciente. La agricultura protegida permite a los agricultores responder a esta demanda con mayor eficiencia y calidad.

Sin embargo, es importante mencionar que este crecimiento está sujeto a retos, como la necesidad de capacitación técnica, acceso a financiamiento y la implementación de tecnologías adecuadas a cada región. Pero, en general, las perspectivas para la agricultura protegida en México son de expansión y consolidación, lo que la convierte en una estrategia viable para aumentar la productividad, la calidad de los productos y la sostenibilidad del sector agrícola mexicano.

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