Un equipo de investigadores ha encontrado porqué las plantas de un cultivo a alta densidad se vuelven más susceptibles al ataque de plagas y enfermedades, lo que abre la puerta a desarrollar variedades que puedan crecer más rápido cuando tienen competencia pero que también resistan más a los patógenos. Fuente
¿Cómo se comportan las plantas cuando están en alta densidad?
Cuando las plantas están en alta densidad, su comportamiento cambia significativamente debido a la competencia entre ellas por los recursos esenciales, como la luz, el agua y los nutrientes. En estos entornos, las plantas desarrollan diversas estrategias para adaptarse y sobrevivir, lo que genera un impacto directo en su crecimiento, desarrollo y productividad.
En primer lugar, una de las respuestas más notables en alta densidad es la competencia por la luz. Las plantas tienden a crecer más verticalmente en un esfuerzo por alcanzar la luz solar, especialmente si la densidad impide que las hojas inferiores reciban suficiente radiación. Este fenómeno se conoce como “elongación del tallo”, y si bien permite que las plantas más altas capten más luz, también puede hacerlas más susceptibles a problemas estructurales, como el encamado, donde las plantas se doblan o caen debido a su debilidad estructural.
Otro aspecto importante es la competencia por el agua y los nutrientes en el suelo. A medida que aumenta la densidad de plantas, las raíces se entrelazan y deben luchar por absorber suficientes recursos. Esto puede generar estrés hídrico o deficiencias de nutrientes, ya que los recursos disponibles se reparten entre un mayor número de plantas. En cultivos de alta densidad, es frecuente observar una disminución en el rendimiento individual de las plantas, ya que no todas pueden obtener lo necesario para alcanzar su máximo potencial.
En cuanto a las interacciones entre plantas, en alta densidad se incrementa la liberación de señales químicas, conocidas como alelopatía, donde una planta puede afectar el crecimiento de otra a través de compuestos químicos que libera en el suelo o en el aire. Estas sustancias pueden inhibir la germinación o el crecimiento de plantas competidoras cercanas, lo que es una forma de adaptación para sobrevivir en un entorno tan competitivo.
Finalmente, el microclima creado en una plantación de alta densidad también puede influir en el comportamiento de las plantas. La menor circulación de aire en estos entornos favorece la humedad elevada, lo que incrementa la susceptibilidad a enfermedades, especialmente hongos que prosperan en condiciones de humedad. Este factor es particularmente relevante en cultivos comerciales, ya que puede aumentar la necesidad de intervenciones fitosanitarias.