Episodio 187 de Podcast Agricultura

Episodio 187: El dióxido de carbono en la producción en invernadero

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El dióxido de carbono es un compuesto que las plantas requieren de manera constante para su desarrollo, ya que se trata de un gas que interviene en la fotosíntesis, razón por la cual hay que mantener niveles adecuados de dicho gas, en especial en la producción en invernadero, donde muchas veces suele faltar.

¿Por qué se inyecta dióxido de carbono en algunos invernaderos?

La inyección de dióxido de carbono (CO₂) en invernaderos es una práctica común en la agricultura protegida, especialmente cuando se busca optimizar la fotosíntesis de las plantas. Sabes que la fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas convierten la luz solar en energía, utilizando agua y CO₂. Al aumentar la concentración de este gas dentro del invernadero, se incrementa la eficiencia fotosintética, lo que puede resultar en un crecimiento más rápido y un mayor rendimiento de las cosechas.

Normalmente, la concentración de CO₂ en el aire es de aproximadamente 400 ppm (partes por millón). Sin embargo, dentro de un invernadero cerrado, los niveles de CO₂ pueden reducirse rápidamente debido a la absorción por parte de las plantas, limitando su crecimiento. Al inyectar CO₂ adicional, los agricultores elevan estas concentraciones a niveles óptimos, que pueden estar entre 800 y 1200 ppm, dependiendo del cultivo. Este aumento en los niveles de CO₂ permite que las plantas absorban más carbono durante la fotosíntesis, lo que estimula la producción de carbohidratos y acelera el desarrollo vegetal.

Esta técnica es particularmente útil en invernaderos donde las condiciones ambientales están controladas. Sabes que al manejar factores como la temperatura, la luz y la humedad, el CO₂ se convierte en una herramienta clave para maximizar el potencial de las plantas. Sin embargo, es fundamental que estos otros factores estén también optimizados; de lo contrario, el incremento de CO₂ no tendría el mismo impacto positivo en el crecimiento de las plantas.

Además, la inyección de CO₂ no solo promueve el crecimiento de las plantas, sino que también puede mejorar la calidad del producto. En cultivos como los tomates o los pimientos, se ha observado que niveles más altos de CO₂ contribuyen a frutos más grandes y con mejor sabor.