
Arabidopsis thaliana es la planta más estudiada del mundo a nivel genético y fisiológico, ya que se encuentra distribuida por todos los continentes, adaptada al hábitat en el que vive, lo que implica una interesante variabilidad genética de sus poblaciones silvestres, además que presenta ciertas características que la hacen muy interesante.
Todo el mundo conoce los ratoncitos blancos y las moscas de la fruta utilizadas en los laboratorios de ciencia animal, pues bien, su símil en la ciencia vegetal es justamente Arabidopsis, un papel que muchas veces pasa desapercibido para esta planta de la familia de las brasicáceas nativa de Europa, Asia, y el noroeste de África.
A. thaliana es una planta de tamaño pequeño que permite siembras de hasta 1,000 plantas por metro cuadrado y tiene un ciclo relativamente corto (unas 6 semanas), además que es muy prolífica, pues puede producir 10,000 semillas por planta, siendo autógama (capaz de autofecundarse), fácil de cruzar y de genoma corto.
Todas estas características la vuelven ideal para la experimentación, en especial porque representa a las angiospermas en cuanto a morfología, anatomía, crecimiento, desarrollo y respuestas al ambiente, y como se dispone de su secuencia genómica completa, constituye un recurso de investigación único para plantas superiores.