Episodio 294 de Podcast Agricultura

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Episodio 294: Importancia de la certificación en inocuidad en el sector alimentario con Brenda Ponce y Pamela Vargas

Platiqué con Brenda Ponce y Pamela Vargas, Gerente de Inocuidad y Auditor en Formación en Normex, respectivamente, sobre la importancia de que la producción agrícola se certifique en temas de inocuidad, de forma tal que se pueda garantizar la seguridad de los alimentos que todos consumimos.

Durante nuestra plática hablamos sobre cuáles áreas del sector agrícola se pueden certificar, así como cuáles son las certificaciones más requeridas por los compradores y consumidores; por supuesto, nos comentaron la diferencia entre normalización y certificación, para entender bien los conceptos.

Otro punto importante de nuestra conversación fue cómo surgió Normex y qué es lo que ofrecen, tanto en general como al sector agrícola específicamente, aunque claro, nos enfocamos más en el área de inocuidad, para saber cuáles sistemas de certificación son los que manejan.

Por último, nos comentaron cuál es su perspectiva sobre lo que ocurrirá con la certificación de la inocuidad de los alimentos agrícolas en un futuro, dado que ellas son las especialistas en el tema, siendo que su visión es que esta cuestión tendrá cada vez mayor importancia para garantizar la salud pública.

¿Cuándo se empezaron a certificar operaciones agrícolas?

Las certificaciones agrícolas surgieron a partir de la necesidad de asegurar la calidad, la seguridad y la sostenibilidad de los productos agrícolas. El movimiento hacia la certificación de operaciones agrícolas comenzó en la década de 1920 con la implementación de normas y regulaciones para mejorar la calidad y la seguridad alimentaria.

En la década de 1940 la certificación orgánica empezó a ganar relevancia. El origen del movimiento orgánico se remonta a la respuesta contra la agricultura industrial y el uso de productos químicos sintéticos. En 1972 se fundó la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), lo que marcó un hito importante en la certificación orgánica a nivel global.

En la década de 1980, la certificación de comercio justo comenzó a desarrollarse, enfocándose en garantizar precios justos y condiciones laborales dignas para los agricultores en los países en desarrollo. FLOI (Fairtrade Labelling Organizations International) se fundó en 1997 para unificar los estándares de comercio justo a nivel mundial.

Durante la década de 1990 la certificación de Buenas Prácticas Agrícolas (GAP) empezó a ser más común, con organizaciones como GlobalG.A.P. estableciendo estándares para asegurar la inocuidad de los alimentos y las prácticas agrícolas sostenibles.

En los últimos años se han desarrollado certificaciones específicas para diversos aspectos de la producción agrícola, incluyendo sostenibilidad ambiental, bienestar animal y responsabilidad social corporativa. Estas certificaciones ayudan a los consumidores a identificar productos que cumplen con ciertos estándares y a los productores a acceder a mercados más exigentes y con mayores márgenes de beneficio.

El desarrollo de tecnologías de la información ha facilitado la implementación y la verificación de estas certificaciones, permitiendo a los productores gestionar mejor sus operaciones y a los consumidores acceder a información detallada sobre los productos que compran.

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