Hay diversas investigaciones científicas que han obtenido resultados muy prometedores con el uso de frecuencias ultrasónicas como herramienta para combatir plagas agrícolas. Por este motivo decidí presentarte algunos resultados que se han obtenido, con frutas y hortalizas.
En este sentido, la tecnología de aplicación de ultrasonidos puede ser una alternativa sustentable al uso de agroquímicos, aunque claro, tiene sus limitaciones, y es que no todas las plagas responden de la misma manera a las frecuencias ultrasónicas.
¿Por qué los ultrasonidos pueden eliminar plagas agrícolas?
Los ultrasonidos se podrían utilizar como método para controlar plagas en la agricultura debido a su capacidad de generar ondas sonoras de alta frecuencia que son inaudibles para los humanos pero afectan a diversos tipos de plagas. Estas ondas de sonido crean un ambiente hostil para los insectos y roedores, perturbando sus patrones normales de comportamiento, comunicación y orientación.
En el caso de los insectos, los ultrasonidos pueden interferir con la reproducción, alimentación y la capacidad de los insectos para detectar a sus depredadores, reduciendo así su población en las áreas tratadas. Esto se debe a que los insectos, especialmente aquellos con sistemas de comunicación basados en vibraciones, encuentran en los ultrasonidos una barrera que desorienta y evita que se establezcan en el área.
Para los roedores, las ondas ultrasónicas afectan directamente su sistema nervioso central, generando estrés y confusión, lo que los lleva a abandonar el área afectada en busca de un ambiente más tranquilo. Además, los ultrasonidos pueden afectar la capacidad de los roedores para comunicarse, lo que disminuye su eficacia en encontrar comida y evitar peligros, reduciendo su tasa de supervivencia y reproducción.
El uso de ultrasonidos como método de control de plagas es valorado por su carácter no tóxico, lo que lo hace seguro para las plantas, los humanos y los animales no objetivo. Además, representa una alternativa sostenible al uso de pesticidas químicos, ayudando a prevenir la resistencia a los pesticidas en las poblaciones de plagas y reduciendo el impacto ambiental asociado con el manejo agrícola de plagas.
La efectividad de los ultrasonidos varía según la frecuencia utilizada, el tipo de plaga y el entorno. Por ello, es crucial ajustar los parámetros de los dispositivos ultrasónicos según las necesidades específicas de cada cultivo y plaga, asegurando así una protección eficaz y dirigida que contribuya al mantenimiento de la salud y productividad de los cultivos agrícolas.