Episodio 420 de Podcast Agricultura

Episodio 420: ¿Los acolchados de papel pueden sustituir a los acolchados plásticos?

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Los acolchados agrícolas han probado su valía desde hace mucho tiempo, pues sus ventajas hacen que invertir en ellos resulte bastante rentable. Sin embargo, la presión para que la agricultura sea cada vez más sostenible está alcanzando a los acolchados, que al ser de polietileno, representan una fuente de contaminación.

Por esta razón comienzan a surgir investigaciones que buscan desarrollar acolchados biodegradables, los cuales para sustituir a los acolchados plásticos deberán ofrecer las mismas ventajas por un precio competitivo. Ya se han dado los primeros pasos en este sentido, con el Agropaper que te comento en el episodio.

¿Qué ventajas tiene el utilizar un acolchado en un cultivo?

El uso de acolchado en cultivos ofrece múltiples beneficios tanto para el manejo agronómico como para la sostenibilidad del sistema de producción. Primero, mejora la retención de humedad en el suelo, reduciendo la necesidad de riegos frecuentes. Esto es crucial en regiones con escasez de agua o durante periodos de sequía. Al conservar mejor la humedad, se promueve un ambiente óptimo para el desarrollo radicular de las plantas.

Además, el acolchado minimiza la emergencia de malas hierbas al bloquear la luz solar que llega al suelo, inhibiendo su germinación. Esto conduce a una reducción significativa en el uso de herbicidas, contribuyendo a un sistema de producción más ecológico y sostenible. Al limitar el crecimiento de estas hierbas, también se reduce la competencia por recursos como nutrientes y agua, favoreciendo el crecimiento de los cultivos.

Otra ventaja es la regulación de la temperatura del suelo. El acolchado puede ayudar a mantener el suelo más fresco durante el verano y más cálido en los meses más fríos, creando condiciones de crecimiento más estables. Este efecto térmico es especialmente beneficioso para cultivos sensibles a fluctuaciones extremas de temperatura.

El control de la erosión es otro punto a favor. Al cubrir el suelo, el acolchado protege contra la erosión causada por vientos y lluvias intensas. Esto es vital para preservar la estructura del suelo y evitar la pérdida de nutrientes importantes para el crecimiento de las plantas.

Por último, algunos tipos de acolchado pueden descomponerse y enriquecer el suelo con materia orgánica, mejorando su estructura y fertilidad a largo plazo. Esto es particularmente cierto para los acolchados biodegradables, como la paja o el compost, que incorporan nutrientes al suelo a medida que se descomponen, beneficiando a los cultivos sucesivos.

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