La Ley PACA en Estados Unidos regula las transacciones comerciales de productos agrícolas perecederos, protegiendo a productores y distribuidores de prácticas desleales como impagos. Establece un sistema de licencias y un fideicomiso que garantiza el pago oportuno a los vendedores.

En México, no existe una Ley PACA debido a la informalidad del mercado agrícola, la falta de contratos formales y la diferencia en la regulación comercial. Aunque es posible implementarla, se necesitaría una mayor formalización, respaldo gubernamental y colaboración entre gremios agrícolas.

¿Qué es la Ley PACA de Estados Unidos?

La Ley de Productos Agrícolas Perecederos (PACA, por sus siglas en inglés) es una normativa fundamental en Estados Unidos que regula las transacciones comerciales de productos agrícolas perecederos, como frutas y hortalizas frescas. Establecida en 1930, tiene como principal objetivo proteger a los productores, distribuidores y otros actores de la cadena de suministro agrícola de prácticas comerciales desleales, como el incumplimiento en los pagos o el fraude.

Uno de los aspectos clave de la PACA es la regulación de las transacciones comerciales en las que intervienen productos perecederos. Esto significa que los compradores y vendedores de estos productos deben cumplir con ciertas normas de conducta ética y responsabilidad en los negocios. Entre sus disposiciones más importantes se encuentran las relacionadas con los plazos de pago, que son esenciales debido a la naturaleza perecedera de los productos involucrados. Por ejemplo, los compradores de frutas y verduras frescas generalmente tienen un plazo de 10 días para pagar a los vendedores, a menos que se acuerde lo contrario por escrito.

La ley también establece un sistema de licencias obligatorio para cualquier entidad que compre o venda productos agrícolas perecederos en grandes cantidades, ya sea en territorio nacional o a nivel internacional. Esto incluye a mayoristas, distribuidores, agentes y otros intermediarios en el comercio agrícola. La licencia PACA es una herramienta que permite a los vendedores asegurar que los compradores con los que hacen negocios cumplen con los estándares de la ley. Si un comprador o vendedor incumple con la PACA, puede enfrentarse a sanciones que van desde multas hasta la suspensión o revocación de la licencia, lo que en la práctica los excluiría del mercado agrícola.

Otro punto clave de la Ley PACA es el establecimiento de un fideicomiso que protege los intereses financieros de los vendedores. Bajo este fideicomiso, los activos de un comprador, incluidos los productos y cualquier ingreso generado por su venta, se consideran propiedad de los vendedores hasta que se les pague por completo. Esto otorga a los productores y distribuidores una garantía de pago en caso de que el comprador enfrente dificultades financieras o entre en quiebra.