Tuve la oportunidad de platicar con Mauro Didier, director de Agrotitanes y host del podcast con el mismo nombre, quien se pasó por Podcast Agricultura para platicarnos sobre una interesante solución nanotecnológica que ofrece al agro, relacionada con protección fitosanitaria de cultivos.
Durante la conversación Mauro nos cuenta el origen de este interesante producto, así como algunas de las experiencias que ha tenido aplicándolo en campo. Además, también nos habla sobre la importancia de desarrollar soluciones prácticas y eficientes, para ganar la confianza de los agricultores.
¿Cuándo se empezó a aplicar la nanotecnología en el agro?
La aplicación de la nanotecnología en el agro comenzó a gestarse en la primera década del siglo XXI, cuando científicos y empresas vieron el potencial de esta tecnología para abordar algunos de los desafíos más complejos que enfrenta la agricultura moderna. La nanotecnología, que implica el diseño y la manipulación de materiales a escala nanométrica (es decir, milmillonésimas de metro), abrió nuevas oportunidades en áreas como el manejo de plagas, la mejora de los fertilizantes y la optimización del uso de agua.
Una de las primeras aplicaciones de la nanotecnología en el agro fue el desarrollo de nanopartículas que permitieran una liberación más eficiente y controlada de pesticidas y nutrientes en los cultivos. Al encapsular los productos químicos en estas nanopartículas, se logró una mayor precisión en la liberación de los compuestos activos, lo que permitió reducir el uso general de pesticidas y fertilizantes. Esto resultó en una agricultura más sostenible, al minimizar el impacto ambiental y mejorar la eficiencia de los insumos agrícolas.
Otra área clave en la que se empezó a aplicar la nanotecnología fue en el manejo de plagas y enfermedades. Las nanopartículas y los nanomateriales fueron utilizados para crear sensores altamente sensibles que detectaban la presencia de patógenos o cambios en el entorno de las plantas mucho antes de que estos se convirtieran en un problema visible. Esto permitió a los agricultores actuar de manera preventiva y reducir la propagación de enfermedades o plagas en sus cultivos, mejorando así la productividad y la salud de los mismos.
En cuanto a la mejora de los fertilizantes, la nanotecnología ha permitido la creación de fertilizantes de liberación lenta o controlada. Estos fertilizantes liberan nutrientes en función de las necesidades específicas de las plantas, lo que significa que el cultivo recibe el nutriente en el momento preciso en que lo necesita, optimizando su crecimiento y evitando la lixiviación de nutrientes hacia el suelo o el agua. Este tipo de tecnología ha sido particularmente relevante en la agricultura intensiva, donde los recursos hídricos y los suelos fértiles son cada vez más escasos.
La nanotecnología también ha sido aplicada para mejorar la calidad de los suelos y del agua utilizada en la agricultura. Se han desarrollado nanomateriales que pueden ser utilizados para limpiar suelos contaminados o purificar el agua de riego, eliminando metales pesados y otros contaminantes que de otra manera podrían afectar el rendimiento de los cultivos.
Por otro lado, el uso de la nanotecnología en la conservación de alimentos y en los envases agrícolas ha abierto nuevas posibilidades. Se han creado nanocompuestos que extienden la vida útil de los alimentos frescos, evitando el deterioro y reduciendo las pérdidas postcosecha. Los envases con nanomateriales incorporados también ayudan a proteger los productos agrícolas durante su transporte y almacenamiento.