Episodio 137 de Podcast Agricultura

Episodio 137: Bases y limitaciones del manejo integrado de plagas

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Ya en el episodio 104 te conté mis experiencias de manejo integrado de plagas y enfermedades, por lo que en este episodio te cuento cuáles son las bases de este sistema de producción, así como las limitaciones que han impedido su uso masivo, aun cuando su objetivo central es muy adecuado para todos.

¿Quién desarrolló el manejo integrado de plagas?

El manejo integrado de plagas (MIP) se desarrolló como una respuesta a los problemas que surgieron con el uso excesivo de pesticidas químicos, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. En esa época, los avances en la industria química permitieron la creación de pesticidas sintéticos de amplio espectro como el DDT, que inicialmente fueron muy efectivos. Sin embargo, con el tiempo, los agricultores y científicos comenzaron a notar efectos secundarios no deseados: la aparición de plagas resistentes, la destrucción de enemigos naturales de las plagas, y el impacto negativo sobre el medio ambiente y la salud humana.

Fue en la década de 1950 cuando dos entomólogos estadounidenses, Ray F. Smith y Harry Scott, jugaron un papel clave en el desarrollo del concepto del MIP. Ellos sugirieron que el control de plagas no debía depender únicamente de productos químicos, sino que debía integrar diferentes estrategias de control. A través de sus investigaciones, establecieron los fundamentos teóricos para el manejo de plagas utilizando un enfoque más equilibrado y sostenible, donde se combinaran métodos químicos, biológicos, culturales y físicos.

El término “manejo integrado de plagas” fue formalmente acuñado en 1967, por Smith y otros científicos de la Universidad de California, quienes definieron este enfoque como la utilización de diferentes tácticas de control, considerando no solo la eficacia en la reducción de plagas, sino también el impacto económico y ecológico. Este fue un cambio de paradigma importante, ya que el enfoque anterior se centraba únicamente en erradicar las plagas sin importar las consecuencias a largo plazo.

El MIP se construye sobre el principio de que las plagas no deben ser completamente eliminadas, sino manejadas a niveles que no causen daños económicos significativos. Esto se logra monitoreando las poblaciones de plagas, promoviendo el uso de enemigos naturales como depredadores o parásitos, y aplicando pesticidas solo cuando es estrictamente necesario y de manera específica. El desarrollo del MIP fue un avance crucial, ya que permitió un manejo más sostenible de los cultivos, reduciendo la dependencia de productos químicos y promoviendo prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.

A partir de entonces, el manejo integrado de plagas ha sido adoptado a nivel mundial, y su desarrollo ha seguido evolucionando con nuevas tecnologías y conocimientos. Actualmente, se considera una práctica estándar en muchos sistemas agrícolas, especialmente en aquellos que buscan un equilibrio entre la productividad y la sostenibilidad.

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