La mancha bacteriana (Xanthomonas campestris) es una bacteria que ataca al chile y al tomate, aunque también puede atacar al tabaco. El problema que genera es que afecta la calidad de los frutos al punto de que ya no pueden ser comercializables, además de que su control químico se vuelve costoso.
¿Cuáles son los orígenes de la mancha bacteriana en chile y tomate?
La mancha bacteriana en chile y tomate tiene su origen en la interacción entre ciertas especies de bacterias patógenas y las plantas hospederas. En particular, el principal agente causal de esta enfermedad es Xanthomonas campestris pv. vesicatoria. Esta bacteria fue identificada por primera vez en la década de 1920 en cultivos de tomate en Estados Unidos, donde empezó a causar daños importantes tanto en hojas como en frutos. Desde entonces, se ha extendido a muchas regiones del mundo, afectando no solo al tomate, sino también al chile, dada la cercanía genética entre ambos cultivos y su susceptibilidad a este patógeno.
Las condiciones ambientales juegan un papel crucial en la aparición y dispersión de la mancha bacteriana. La bacteria se propaga fácilmente en ambientes cálidos y húmedos, factores que favorecen su reproducción y dispersión. Las lluvias intensas, el riego por aspersión y el viento pueden transportar las bacterias desde las hojas infectadas hacia las sanas, incrementando rápidamente la incidencia de la enfermedad en el campo. En climas tropicales o subtropicales, la enfermedad puede convertirse en un problema endémico, afectando gravemente el rendimiento de las cosechas.
En cuanto a los orígenes de la enfermedad a nivel molecular, Xanthomonas penetra en los tejidos de la planta a través de estomas y heridas en las hojas, lo que facilita su colonización. La bacteria secreta toxinas que interfieren con el metabolismo de la planta, causando lesiones oscuras y deprimidas, conocidas como manchas, tanto en las hojas como en los frutos. Estas manchas afectan no solo el rendimiento del cultivo, sino también la calidad comercial del fruto, ya que los daños estéticos reducen su valor en el mercado.
El manejo de la mancha bacteriana ha sido complicado debido a la capacidad de la bacteria para sobrevivir en restos vegetales y semillas. La transmisión por semillas es uno de los principales modos de dispersión a nuevas áreas, lo que hace esencial la implementación de estrategias de control integradas.