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Episodio 184 de Podcast Agricultura

Episodio 184: Introducción al manejo de la resistencia

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La resistencia es una característica de fundamento genético que permite a un organismo sobrevivir a la exposición con una dosis de un plaguicida que normalmente podría resultar letal. Los genes de resistencia ocurren naturalmente en plagas individuales debido a mutaciones genéticas y de carácter hereditario.

¿Cuándo se comenzó a trabajar el manejo de la resistencia?

El manejo de la resistencia de plagas agrícolas comenzó a cobrar relevancia en la segunda mitad del siglo XX, cuando los agricultores y científicos empezaron a notar que muchas plagas se volvían menos sensibles a los pesticidas. Con la introducción de productos químicos en la agricultura a gran escala en las décadas de 1940 y 1950, los agricultores observaron al principio una disminución efectiva de las poblaciones de plagas. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que las plagas, como los insectos y algunos hongos, empezaran a mostrar signos de resistencia. Este fenómeno impulsó la necesidad de desarrollar estrategias para gestionar y mitigar este problema creciente.

Uno de los primeros ejemplos de resistencia fue documentado en la década de 1950, con el escarabajo de la patata, que comenzó a mostrar resistencia al DDT, un pesticida ampliamente utilizado en aquel momento. Esto alertó a los investigadores de que la aplicación continua de los mismos productos químicos podía llevar a una selección natural de individuos resistentes dentro de las poblaciones de plagas. A partir de ahí, se inició el trabajo para comprender los mecanismos genéticos y biológicos detrás de la resistencia, lo que marcó el inicio del manejo de la resistencia.

En las décadas de 1960 y 1970, comenzaron a desarrollarse enfoques más integrados, como el Manejo Integrado de Plagas (MIP), que combinaba el uso de controles biológicos, culturales y químicos. El objetivo del MIP era reducir la dependencia exclusiva de los pesticidas y, al mismo tiempo, retrasar la aparición de resistencia en las plagas. Al usar diferentes técnicas de control de manera complementaria, se buscaba minimizar la presión selectiva sobre las plagas, lo que ayudaría a mantener las poblaciones bajo control sin fomentar el desarrollo rápido de resistencia.

La investigación sobre el manejo de la resistencia se intensificó en las décadas posteriores. Se descubrieron nuevos pesticidas con modos de acción distintos, y los científicos empezaron a abogar por la rotación de productos químicos y la combinación de herramientas de control no químicas. También se realizaron avances en el conocimiento de los genes responsables de la resistencia y de cómo las plagas los transmiten a futuras generaciones.

Hoy en día, el manejo de la resistencia de plagas es una parte central de la agricultura moderna. La aplicación de principios de manejo de resistencia es crucial para mantener la eficacia de los pesticidas y proteger la producción agrícola a largo plazo.