Episodio 254 de Podcast Agricultura

Episodio 254: Las claves de la responsabilidad social en la agricultura con Esdras Ambriz

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La responsabilidad social en la agricultura es una tendencia creciente, por lo que es importante para todos los que participamos en la agroindustria conocer sus fundamentos, por lo que en este episodio Esdras Ambriz, especialista en el tema, nos platica cuáles son las claves de la responsabilidad social en la agricultura.

Esdras es ingeniero en biotecnología por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y tiene un MBA por la EGADE Business School; desde egresado incursionó en la agroindustria y tiene experiencia en diseño e implementación de programas socioambientales y operaciones para la exportación.

Es importante mencionar que cuando hablamos de responsabilidad social, el concepto incluye varios apartados importantes: calidad de vida de los trabajadores, ética empresarial, vinculación con la comunidad e impacto medioambiental, cada uno con sus respectivas claves, por lo que la responsabilidad social es compleja.

En los últimos años se han puesto muchas expectativas sobre la responsabilidad social, y no es para menos, dado que de implementarse adecuadamente permitiría que la producción agrícola comience a convertirse en una actividad sustentable, por lo que también es de esperarse que su implementación se siga impulsando.

¿Qué implica la responsabilidad social en la agricultura?

La responsabilidad social en la agricultura implica un compromiso con prácticas sostenibles y éticas que benefician no solo a los productores, sino también a las comunidades y al medioambiente. Este enfoque abarca varios aspectos que interrelacionan el bienestar social, económico y ambiental.

Primero, está la dimensión social. La responsabilidad social implica asegurar condiciones de trabajo justas y seguras para los trabajadores agrícolas. Esto incluye salarios dignos, acceso a servicios de salud, educación y la promoción de la igualdad de género. Las empresas agrícolas deben fomentar un ambiente de trabajo respetuoso y libre de explotación.

Luego, está la dimensión ambiental. La agricultura responsable promueve técnicas de cultivo que preservan los recursos naturales y reducen el impacto negativo en el medio ambiente. Esto puede incluir prácticas como la rotación de cultivos, el uso de fertilizantes y pesticidas orgánicos, la conservación del agua y la protección de la biodiversidad. El objetivo es minimizar la huella ecológica y asegurar la sostenibilidad a largo plazo.

Además, la responsabilidad social implica la interacción con la comunidad. Las empresas agrícolas deben ser buenos vecinos, apoyando el desarrollo local a través de proyectos comunitarios, colaboraciones con agricultores locales y programas de capacitación. Esto puede mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y fomentar el desarrollo económico local.

La transparencia y la rendición de cuentas son también esenciales. Las empresas deben comunicar claramente sus prácticas y políticas de responsabilidad social a todos los interesados. Esto incluye reportar sobre sus impactos sociales y ambientales, y estar dispuestas a recibir y actuar sobre la retroalimentación de la comunidad y otros stakeholders.

Por último, está la innovación y la mejora continua. La responsabilidad social no es estática; requiere un compromiso constante para mejorar las prácticas agrícolas y adaptarse a nuevos desafíos y oportunidades. Esto puede incluir la inversión en investigación y desarrollo de tecnologías sostenibles, así como la implementación de mejores prácticas basadas en los últimos conocimientos científicos y técnicos.

Por lo tanto, la responsabilidad social en la agricultura implica una gestión consciente y ética que busca equilibrar el éxito económico con el bienestar social y la protección ambiental. Es un enfoque integral que requiere compromiso y acción en múltiples frentes.