Episodio 255 de Podcast Agricultura

Episodio 255: ToBRFV y su impacto en el cultivo del tomate

Publicado:

| Actualizado:

El virus del rugoso del tomate, ToBRFV, del inglés tomato brown rugose fruit virus, es un virus reciente del género Tobamovirus al que coloquialmente se le conoce como virus rugoso. Su primera detección se realizó en Israel en 2014, desde donde llegó a México a través de semillas contaminadas.

Este virus ataca a tomate y chile en cualquiera de sus etapas fenológicas, manifestando una especie de manchados o mosaicos en las hojas jóvenes y en los ápices de crecimiento, con una coloración amarillenta que se torna marrona conforme el problema avanza, llegando a la necrosis total.

Actualmente varias empresas están trabajando para desarrollar variedades resistentes, dado el descubrimiento que hizo en 2020 la empresa Enza Zaden del gen que confiere resistencia a las plantas contra este virus, lo que podría minimizar el daño económico, dado que en estos momentos no hay variedades resistentes.

Además, no existe tratamiento, por lo que la recomendación es deshacerse de las plantas enfermas, así como utilizar semilla certificada libre del virus del rugoso del tomate. Un punto importante es que el virus puede permanecer viable durante años en los restos de cosecha, por lo que se recomienda quemarlos.

¿Qué tipo de virus es el virus del rugoso del tomate?

El virus del rugoso del tomate (Tomato brown rugose fruit virus, ToBRFV) es un virus de ARN de cadena sencilla. Pertenece al género Tobamovirus. Este género incluye varios virus que afectan a plantas, caracterizándose por su estructura rígida y baciliforme. El ToBRFV, como otros Tobamovirus, tiene una cápside proteica helicoidal, lo que le confiere una alta estabilidad en diversas condiciones ambientales.

Este virus se distingue por su capacidad de infectar una amplia gama de variedades de tomate y pimiento, independientemente de las resistencias genéticas que estas plantas puedan tener contra otros virus similares. El genoma del ToBRFV está compuesto por una única cadena de ARN positivo, lo que significa que puede actuar directamente como ARN mensajero para la síntesis de proteínas virales dentro de la célula huésped.

El ToBRFV tiene aproximadamente 6,4 kilobases de longitud y codifica varias proteínas esenciales para su replicación y ensamblaje. Entre estas proteínas se incluyen una replicasa, que es crucial para la replicación del ARN viral, y proteínas de movimiento, que facilitan la propagación del virus dentro de la planta. También produce una proteína de la cápside que forma la estructura protectora del virus.

Este virus es altamente estable en el ambiente, lo que le permite persistir en superficies inertes y material vegetal seco durante largos períodos. Esta estabilidad se debe en parte a la estructura robusta de su cápside proteica, que protege el material genético viral de condiciones adversas. La alta estabilidad y capacidad de persistencia del ToBRFV hacen que sea un patógeno particularmente difícil de erradicar una vez que ha sido introducido en un área de cultivo.

La investigación sobre el ToBRFV se centra en comprender mejor su biología molecular y mecanismos de infección, con el objetivo de desarrollar estrategias efectivas para su manejo y control en la agricultura.

Escucha Podcast Agricultura en Spotify, Apple, Amazon, iVoox y YouTube