Las abejas están muriendo a un ritmo alarmante, lo que debería preocuparnos a todos, pues se trata de un insecto clave para el desarrollo de la agricultura moderna, lo que sin duda afecta nuestro modo de vida de manera importante. Y aunque no es el único polinizador que existe, si se trata del más importante de todos, razón de más para cuidarlas.
¿Qué otros polinizadores hay además de las abejas?
Aunque las abejas son los polinizadores más conocidos, existen muchos otros animales que también juegan un papel fundamental en la polinización de cultivos y plantas silvestres. La diversidad de polinizadores es crucial para la salud de los ecosistemas y la producción agrícola, ya que diferentes plantas pueden depender de distintos polinizadores para su reproducción y producción de frutos.
Las mariposas y polillas son polinizadores importantes. Las mariposas se alimentan de néctar y transfieren polen mientras se mueven de flor en flor, especialmente durante el día. Las polillas, por otro lado, suelen actuar durante la noche y polinizan flores que se abren al atardecer o que tienen fragancias nocturnas. A diferencia de las abejas, las mariposas tienen una probóscide larga, lo que les permite alcanzar el néctar de flores con corolas más profundas.
Las moscas también son polinizadores efectivos, especialmente las moscas de la familia Syrphidae, conocidas como moscas de las flores o sírfidos. Muchas moscas visitan flores para alimentarse de néctar y polen, transfiriendo así el polen entre plantas. De hecho, en algunas regiones y climas fríos donde las abejas no son tan activas, las moscas pueden ser los principales polinizadores.
Los escarabajos son polinizadores menos conocidos, pero importantes en muchas partes del mundo. Se cree que son algunos de los polinizadores más antiguos, ya que se encuentran polinizando desde la época de los dinosaurios. Los escarabajos se alimentan de polen y partes de las flores, y a menudo visitan flores grandes y abiertas como las de magnolias y lirios, donde pueden moverse con facilidad.
Los murciélagos son polinizadores vitales en regiones tropicales y desérticas. Polinizan plantas que producen flores nocturnas, generalmente de gran tamaño, con abundante néctar y aromas fuertes. Algunos cultivos que dependen de la polinización de murciélagos incluyen el agave (usado para producir tequila) y algunas especies de frutales como el mango, el plátano y el durián.
Las aves, especialmente los colibríes, también son polinizadores importantes. Estas aves son conocidas por su agilidad al volar y su preferencia por flores de colores brillantes como el rojo y el naranja. Con un pico largo y delgado, los colibríes pueden acceder a flores tubulares, extrayendo néctar mientras transfieren polen de una flor a otra. Otros pájaros, como el mielero en Australia y ciertas especies de aves tropicales, también participan en la polinización de diversas plantas.
Algunos pequeños mamíferos, como roedores, lémures y zarigüeyas, también pueden ser polinizadores. Aunque su papel en la polinización es menos común y estudiado, se sabe que ciertas especies visitan flores en busca de néctar y polen, ayudando al transporte de polen en el proceso.
En los ecosistemas acuáticos, algunos insectos como los trips también pueden actuar como polinizadores. Los trips son pequeños y suelen alimentarse de polen y partes de las flores, lo que les permite transportar polen entre plantas, aunque su eficiencia es menor comparada con la de otros polinizadores.
La diversidad de polinizadores más allá de las abejas es clave para la resiliencia de los sistemas de polinización. Tener una amplia variedad de polinizadores asegura que diferentes plantas puedan ser polinizadas bajo distintas condiciones ambientales y en diferentes momentos del día o del año, apoyando así la biodiversidad y la productividad agrícola.