A nivel nacional existen muchas y diversas enfermedades que afectan a los rendimientos de los cultivos. Hay enfermedades específicas de cereales, de frutales, de hortalizas y de cultivos industriales. En cada caso es importante determinar el manejo específico que debemos de seguir.
¿Cuáles enfermedades agrícolas han representado más pérdidas en México?
En México, varias enfermedades agrícolas han causado grandes pérdidas económicas y afectado la seguridad alimentaria del país. Estas enfermedades atacan diferentes cultivos de gran importancia para la agricultura mexicana y muchas veces afectan tanto la cantidad como la calidad de la producción. Algunas de las más significativas son:
El Huanglongbing (HLB) o “enfermedad del dragón amarillo” es una de las enfermedades más devastadoras para los cítricos. Esta enfermedad bacteriana es transmitida por el insecto psílido asiático de los cítricos y afecta a árboles de limón, naranja y mandarina. El HLB causa la deformación de los frutos, el amarillamiento de las hojas y la muerte de los árboles. Su propagación ha ocasionado pérdidas millonarias y ha puesto en riesgo la producción citrícola en estados como Michoacán, Veracruz y Tamaulipas.
La roya del café es otra enfermedad que ha golpeado fuertemente a México, especialmente a los productores de café arábica. Causada por el hongo Hemileia vastatrix, esta enfermedad provoca manchas amarillas en las hojas y una defoliación prematura, afectando la capacidad productiva de las plantas. Los brotes severos de roya han provocado una caída significativa en la producción cafetalera de regiones como Chiapas, Oaxaca y Veracruz, impactando no solo a los agricultores sino a toda la cadena de valor del café.
En el caso del maíz, uno de los cultivos más importantes de México, la mancha de asfalto ha causado pérdidas importantes. Esta enfermedad es causada por la interacción de varios hongos, entre ellos Phyllachora maydis, y provoca manchas necróticas en las hojas de la planta, reduciendo la fotosíntesis y afectando el llenado de granos. Los brotes severos pueden reducir considerablemente los rendimientos, y se han presentado de manera notable en regiones productoras de maíz en el centro y sur del país.
La sigatoka negra es una de las principales enfermedades que afecta la producción de plátano y banano en México. Este hongo, Mycosphaerella fijiensis, causa manchas en las hojas, reduce la fotosíntesis y puede llegar a disminuir la producción hasta un 50% si no se controla. Estados como Tabasco y Chiapas han tenido que intensificar las medidas de control y manejo para reducir las pérdidas ocasionadas por esta enfermedad.
En el cultivo de tomate, la marcha bacteriana, causada por Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis, ha generado problemas significativos. Esta enfermedad provoca marchitamiento y necrosis en los tallos y hojas, y su rápida propagación ha obligado a muchos productores a eliminar plantas completas para evitar infecciones mayores. Esta problemática afecta tanto la producción en campo abierto como la producción protegida en invernaderos, particularmente en regiones como Sinaloa y Baja California.
El virus rugoso del tomate (ToBRFV) es otra enfermedad que recientemente ha causado importantes pérdidas económicas para los productores de tomate y pimiento en México. Este virus es altamente contagioso y resistente a varios tipos de tratamientos, causando manchas rugosas en frutos y deformaciones que los hacen no aptos para la comercialización. Su propagación ha generado la necesidad de implementar medidas estrictas de bioseguridad en los cultivos para prevenir su diseminación.
La podredumbre de la raíz y corona en chiles, causada principalmente por el hongo Phytophthora capsici, ha sido otro problema significativo para los productores mexicanos. Esta enfermedad puede afectar tanto a las plantas jóvenes como a las adultas, causando marchitez, pudrición y, finalmente, la muerte de las plantas. Las pérdidas económicas son considerables, sobre todo en estados como Chihuahua, Zacatecas y Sinaloa, donde el chile es uno de los principales cultivos.
Estas enfermedades han sido responsables de pérdidas multimillonarias en la agricultura mexicana y requieren medidas de manejo fitosanitario, investigación y desarrollo de variedades resistentes, y programas de vigilancia para evitar su propagación y asegurar la estabilidad de la producción agrícola en el país.