El profesor Aurelio Bastida nos cuenta qué es el diseño agronómico de invernaderos y cuáles son los parámetros que hay que considerar para diseñar un invernadero considerando este concepto, el cual fue mencionado por primera vez por el Dr. Felipe Sánchez del Castillo, mi asesor de tesis de maestría.

El diseño agronómico de invernaderos consiste en considerar las necesidades del cultivo para diseñar la estructura más acorde con estas, es decir, la idea es darle a nuestro cultivo las condiciones ideales para maximizar su producción, algo que solo puede hacerse si se utiliza la estructura que más ventajas proporcione.

Además, es importante mencionar que en el diseño agronómico de invernaderos se deben de considerar las condiciones climáticas de la zona de producción en la que nos encontremos, pues estas determinarán en gran medida como tiene que ser nuestro invernadero para darle a nuestro cultivo las mejores condiciones.

No siempre es sencillo considerar el diseño agronómico antes de pasar a la etapa de diseño, en especial si consideramos que los diseños de las empresas constructoras ya están definidos, por lo que adaptarlos a ciertas necesidades específicas puede conllevar un costo extra.

Otra situación bajo la cual puede no tenerse la estructura más adecuada para la producción de un cultivo ocurre cuando se introduce un nuevo cultivo en una estructura ya establecida, en cuyo caso se necesitarán adaptaciones sobre la marcha.

¿Qué factores se toman en cuenta para el diseño agronómico de invernaderos?

El diseño agronómico de un invernadero requiere considerar varios factores clave para asegurar que las condiciones sean óptimas para el crecimiento de los cultivos. Uno de los primeros aspectos que debes analizar es el clima de la región donde se instalará el invernadero. La temperatura, la radiación solar, la humedad y el viento son variables críticas que afectan el tipo de estructura y los materiales que se utilizarán. Por ejemplo, en zonas cálidas, se puede optar por un sistema de ventilación natural, mientras que en climas fríos se puede necesitar calefacción.

Otro factor importante es la orientación del invernadero. La mayoría de los diseños recomiendan orientarlo de este a oeste en zonas más frías, para maximizar la captación de luz solar durante todo el día. En regiones más cálidas, una orientación norte-sur podría ser preferible para evitar una sobreexposición solar que podría generar estrés térmico en las plantas.

El tipo de cultivo también influye directamente en el diseño. Cada planta tiene requisitos específicos de luz, temperatura y humedad, por lo que debes elegir la estructura adecuada para cumplir con esas necesidades. Por ejemplo, cultivos como el tomate requieren una altura considerable en el invernadero para facilitar su desarrollo vertical, mientras que las hortalizas de hoja, como la lechuga, pueden desarrollarse en invernaderos más bajos y con menos demanda de espacio.

La selección de los materiales de la cubierta es otro factor esencial. Los invernaderos pueden estar cubiertos por plásticos, policarbonatos o vidrio, dependiendo del presupuesto y los objetivos. El plástico es más económico, pero puede requerir un reemplazo más frecuente. El vidrio, aunque más costoso, tiene una mayor durabilidad y permite una mejor transmisión de la luz.

Además, debes considerar el sistema de control climático. Esto incluye la instalación de sistemas de calefacción, ventilación, enfriamiento y manejo de la humedad. El nivel de automatización del sistema dependerá del presupuesto y de la necesidad de precisión en el manejo de las condiciones ambientales. Muchos invernaderos modernos integran sensores y sistemas automatizados que ajustan los parámetros internos de acuerdo con las condiciones exteriores.

Finalmente, el sistema de riego es un aspecto crítico en el diseño. El riego por goteo o la fertirrigación son opciones comunes en invernaderos, ya que permiten un control preciso sobre la cantidad de agua y nutrientes que se suministran a las plantas. La instalación de un buen sistema de drenaje también es importante para evitar problemas de encharcamiento y enfermedades en las raíces.