Episodio 242 de Podcast Agricultura

Episodio 242: Introducción al digital farming con Héctor Cervantes

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En esta entrevista platiqué con Héctor Cervantes, quien actualmente es gerente de producto en Netafim México, sobre el tema de digital farming y cómo se puede comenzar a aplicar este para aumentar la productividad agrícola, específicamente en lo que respecta al riego de precisión.

El digital farming es una de las nuevas tecnologías que prometen maximizar la productividad en el campo, dado que implica la integración de 3 pilares esenciales: sistemas de monitoreo y análisis, sistemas de dosificación e inyección, y controladores.

Además, con la introducción de cada vez más sistemas de digital farming, los recursos naturales utilizados para la producción agrícola se utilizan de manera más responsable, con lo que la producción se vuelve más eficiente, económicamente hablando.

Estos elementos que son unidos mediante alguna plataforma de digital farming, como puede ser Netbeat de Netafim, permiten que los agricultores y técnicos pueden obtener la información que necesitan para tomar las decisiones adecuadas sobre el riego.

Y lo más importante de todo es que el digital farming es escalable, lo que quiere decir que se puede comenzar con los elementos mínimos necesarios, y conforme las operaciones vayan aumentando su tamaño también se puede ir aumentando la capacidad del sistema de digital farming.

¿Cuándo surgió el concepto de digital farming?

El concepto de digital farming, también conocido como agricultura digital, comenzó a tomar forma en la década de 1980 y se consolidó en los años 90 con el avance de la tecnología informática y las telecomunicaciones.

En sus inicios, se introdujeron tecnologías básicas como los sistemas de información geográfica (SIG) y la teledetección. Los agricultores empezaron a utilizar imágenes satelitales y mapas digitales para obtener una visión más detallada de sus campos. Esta información les permitió identificar variaciones en la calidad del suelo y el rendimiento de los cultivos.

En los años 90, la agricultura de precisión emergió como un componente clave de la agricultura digital. La adopción de sistemas de posicionamiento global (GPS) revolucionó la gestión agrícola. Los tractores equipados con GPS y maquinaria agrícola permitieron la siembra, fertilización y cosecha con una precisión sin precedentes. Esto optimizó el uso de insumos y mejoró la eficiencia operativa.

Con el cambio de milenio, el desarrollo de sensores avanzados y la recopilación de grandes cantidades de datos (big data) impulsaron aún más la agricultura digital. Los sensores de suelo, clima y cultivos proporcionaron datos en tiempo real, permitiendo un monitoreo continuo y una gestión más precisa. La información recolectada se integró en sistemas de gestión agrícola, facilitando la toma de decisiones basada en datos.

La conectividad y la proliferación de dispositivos móviles en la década de 2010 aceleraron la adopción de la agricultura digital. Las aplicaciones móviles permitieron a los agricultores acceder a datos y gestionar sus operaciones desde cualquier lugar. Los drones se convirtieron en una herramienta común para el monitoreo aéreo de cultivos, proporcionando imágenes detalladas y análisis precisos.

La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (machine learning) han sido las tecnologías más recientes en transformar la agricultura digital. Estas herramientas analizan grandes volúmenes de datos para identificar patrones y predecir eventos. Los sistemas basados en IA pueden optimizar la planificación de cultivos, detectar enfermedades y plagas temprano, y recomendar intervenciones específicas.

Las plataformas de agricultura digital, como Climate FieldView y FarmLogs, integran todas estas tecnologías en soluciones completas. Estas plataformas permiten a los agricultores gestionar todas las etapas del ciclo de cultivo desde una interfaz única. Ofrecen herramientas para la planificación, monitoreo, análisis y optimización de las operaciones agrícolas.

El concepto de digital farming ha evolucionado continuamente, impulsado por los avances tecnológicos y las necesidades cambiantes de los agricultores. La agricultura digital se ha convertido en una parte integral del sector agrícola, mejorando la productividad, sostenibilidad y rentabilidad de las explotaciones agrícolas en todo el mundo.