Episodio 269 de Podcast Agricultura

Episodio 269: Sobre la edad mínima para trabajar en campo

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En México se acaba de aprobar una reforma a la Ley Federal del Trabajo para permitir que jóvenes de 15, 16 y 17 años trabajen en el sector agropecuario, lo que busca resolver una problemática existente, pero con lo que no todo el mundo está de acuerdo, además de que se podría afectar el T-MEC.

El simple hecho de que se pueda poner en riesgo el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá hace que este tema sea clave para el sector agroalimentario nacional, aunque de momento no ha habido pronunciamiento por parte de nuestros vecinos del norte.

Quien si ha protestado enérgicamente es la organización Save The Children, desde donde indican que esta modificación a la ley en México es contraria a algunos acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo, de los cuales México es firmante, por lo que podría ser objeto de alguna sanción.

Lo que es innegable es que los jóvenes menores de edad necesitan que la agricultura pueda constituir una oportunidad de trabajo, en especial si hablamos de los jóvenes del sector rural, donde es común que a la edad de 15 a 17 años ya sean padres y madres de familia, por lo que tienen la necesidad de obtener un ingreso económico.

¿Por qué debe existir una edad mínima para trabajar en el campo?

La existencia de una edad mínima para trabajar en el campo es crucial por varias razones. Primero, la protección de la salud y el desarrollo físico de los menores. Las labores agrícolas pueden ser físicamente exigentes, exponiendo a los niños a riesgos como lesiones, fatiga extrema y exposición a pesticidas. Estas condiciones pueden afectar su crecimiento y desarrollo a largo plazo.

Segundo, la educación. Los niños deben tener la oportunidad de asistir a la escuela y obtener una educación adecuada. El trabajo en el campo puede interferir con su asistencia escolar, limitando sus oportunidades futuras. Una educación completa les proporciona las herramientas necesarias para salir de la pobreza y mejorar su calidad de vida.

Tercero, el desarrollo emocional y psicológico. Los menores necesitan tiempo para jugar, socializar y desarrollar habilidades emocionales y cognitivas. El trabajo prematuro puede privarles de estas experiencias esenciales. Los ambientes de trabajo, especialmente los duros como el campo, pueden ser estresantes y no adecuados para su bienestar emocional.

Además, los derechos de los niños. Las leyes internacionales y nacionales a menudo protegen el derecho de los menores a una infancia segura y saludable. Permitir que trabajen a edades tempranas vulnera estos derechos y perpetúa ciclos de pobreza y explotación.

Las condiciones laborales en el campo a menudo no están reguladas de manera efectiva. Esto puede llevar a la explotación de menores, con salarios bajos y condiciones de trabajo inseguras. Establecer una edad mínima ayuda a prevenir estas prácticas y asegura que los niños no sean explotados.

El impacto social y económico también es significativo. Un menor que trabaja en el campo a una edad temprana tiene menos oportunidades de mejorar sus habilidades y educación. Esto afecta no solo su futuro personal, sino también el desarrollo económico y social de la comunidad.

Las políticas públicas y las regulaciones laborales deben enfocarse en proteger a los menores. La implementación y el cumplimiento de una edad mínima para trabajar en el campo son esenciales para asegurar que los niños tengan la oportunidad de crecer en un ambiente seguro y saludable.

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