Episodio 301 de Podcast Agricultura

Episodio 301: ¿Qué son los bonos de carbono?

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Cuando hablamos de bonos de carbono nos estamos refiriendo a uno de los tres mecanismos implementados en el Protocolo de Kioto, allá por el año 2015, para tratar de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo que su implementación está llegando a la agricultura.

Un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono a la atmósfera y se puede comercializar en un mercado de carbonos, los cuales operan de manera similar a cualquier mercado, donde hay vendedores y compradores. Por supuesto, los bonos de carbono tienen pros y contras.

Básicamente las empresas que emiten demasiados gases de efecto invernadero a la atmósfera tendrán que comprar bonos de carbono para compensar dichas emisiones, siendo que los vendedores deben garantizar que existan acciones para contrarrestar las emisiones contaminantes, en este caso, de la agricultura.

Algunas actividades que pueden realizar los vendedores para poder ofrecer bonos de carbono son: programas de reforestación y manejo forestal sustentable, programas de impulso a las energías renovables, programas de eficiencia energética, por mencionar solo algunos.

¿Cómo se aplican los bonos de carbono al sector agrícola?

Los bonos de carbono son instrumentos financieros que representan una tonelada de dióxido de carbono (CO₂) no emitida a la atmósfera. En el sector agrícola se aplican para incentivar prácticas sostenibles que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

El proceso inicia con la identificación de prácticas agrícolas que mitiguen las emisiones de GEI. Estas prácticas incluyen la agroforestería, la agricultura de conservación, la gestión eficiente del estiércol y el uso de cultivos de cobertura. Estas actividades deben ser verificadas por organismos acreditados para asegurar que realmente reducen las emisiones.

Una vez verificadas, las reducciones de emisiones se convierten en bonos de carbono. Estos bonos pueden ser vendidos en mercados de carbono, como el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de la ONU o mercados voluntarios. Las empresas o individuos compran estos bonos para compensar sus propias emisiones de CO₂.

Los ingresos generados por la venta de bonos de carbono pueden reinvertirse en la misma operación agrícola, financiando nuevas prácticas sostenibles y tecnologías limpias. Esto crea un ciclo positivo donde la agricultura no solo reduce su impacto ambiental, sino que también obtiene beneficios económicos.

Además, la aplicación de bonos de carbono en la agricultura promueve la biodiversidad, mejora la salud del suelo y aumenta la resiliencia de los sistemas agrícolas ante el cambio climático. Estos beneficios ambientales adicionales aumentan el valor de los bonos en los mercados de carbono.

La implementación exitosa de proyectos de bonos de carbono requiere un monitoreo constante y la recopilación de datos rigurosos para cumplir con los estándares y asegurar la transparencia del proceso. Los agricultores pueden trabajar con consultoras especializadas para gestionar estos aspectos técnicos y maximizar el rendimiento de sus proyectos.

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