Realizamos una entrevista simultánea a Dulce Santana, gerente de ciudadanía corporativa y sustentabilidad de PepsiCo Alimentos México. En la entrevista participamos Cecilia Arista de El Podcast de FIRA, Tonatiuh Quiñones de Agronauta y yo, Olmo Axayacatl, de Podcast Agricultura.
Durante la entrevista Dulce nos platicó sobre la iniciativa PepsiCo Positive (PEP+) de la Fundación PepsiCo México, enfocada a impulsar la agricultura regenerativa o agricultura positiva, para construir un sistema alimentario más sustentable, impulsando en el proceso la mejora de las comunidades rurales.
Además, en el marco del 10° aniversario de la Fundación PepsiCo México, se anunció una inversión de 10 millones de pesos para apoyar a organizaciones de gran alcance que formen parte de la red de Nacional Monte de Piedad y cuyos proyectos estén enfocados en seguridad alimentaria y resiliencia.
La inversión se suma a los más de 26 millones de pesos que Fundación PepsiCo Global y Fundación PepsiCo México han destinado para el periodo 2021-2022, para combatir la inseguridad alimentaria que, de acuerdo con las ONA, afectó a cerca de 41% de la población de América Latina y aumentó 3.5% en México durante la pandemia.
¿Cuándo se originó el concepto de agricultura regenerativa?
El concepto de agricultura regenerativa se originó en la década de 1980. Fue desarrollado como una respuesta a los impactos negativos de la agricultura industrial en el suelo, el agua y la biodiversidad. La agricultura regenerativa busca restaurar y mejorar la salud del suelo y los ecosistemas agrícolas.
Este enfoque se basa en principios de la permacultura y la agricultura orgánica. En 1983, Robert Rodale, del Rodale Institute, acuñó el término “agricultura regenerativa”. Rodale promovía prácticas que no solo mantuvieran la fertilidad del suelo, sino que la incrementaran con el tiempo. Su visión era una agricultura que se regenerara a sí misma y mejorara continuamente.
Los principios fundamentales de la agricultura regenerativa incluyen:
- Cobertura del suelo: Mantener el suelo cubierto para protegerlo de la erosión y mejorar la retención de agua.
- Diversidad de cultivos: Rotar y diversificar cultivos para reducir plagas y enfermedades, y mejorar la estructura del suelo.
- No labranza o labranza mínima: Reducir la perturbación del suelo para conservar su estructura y microorganismos beneficiosos.
- Uso de compostas y abonos verdes: Enriquecer el suelo con materia orgánica para aumentar su fertilidad.
- Integración de ganado: Utilizar animales de pastoreo para mejorar la fertilidad del suelo y el ciclo de nutrientes.
Desde su origen, la agricultura regenerativa ha ganado popularidad entre agricultores, investigadores y defensores de la sostenibilidad. Hoy en día, es vista como una solución prometedora para enfrentar los desafíos del cambio climático, la degradación del suelo y la seguridad alimentaria.