Tuvimos la oportunidad de platicar con Leonardo González, productor de café de especialidad ubicado en la Sierra de Puebla y quien representa la segunda generación de agricultores de café en su familia. Su incursión en el café de especialidad comenzó en 2018, como bien nos cuenta en esta conversación.
Recientemente Leonardo fue reconocido por Yara como uno de los 35 productores menores de 35 años de toda Latinoamérica, siendo uno de 4 mexicanos ganadores en la última edición. Además, en 2019 quedó dentro de los 10 mejores del Yara Champion Program Coffee, quedando así reconocido su gran esfuerzo.
¿Cuál es la diferencia entre el café convencional y el café de especialidad?
El café convencional y el café de especialidad son dos categorías distintas que se diferencian principalmente por la calidad, el sabor y el proceso de producción, siendo este último mucho más cuidadoso en el caso de la producción de café de especialidad.
El café convencional es aquel que se produce en grandes volúmenes y se comercializa en forma masiva para satisfacer la demanda del mercado, por lo que se suele cultivar en grandes plantaciones y se utiliza maquinaria industrial para su procesamiento.
Mientras que el café de especialidad se refiere a aquellos granos que se destacan por su calidad excepcional y su perfil de sabor distintivo, y suelen provenir de pequeñas fincas donde se aplican prácticas de cultivo y procesamiento más cuidadosas.
Entonces se realiza una selección meticulosa de los granos y se les da un seguimiento especial durante todo el proceso, desde la cosecha hasta la taza final. El café de especialidad se caracteriza por sabores complejos y aromas distintivos.
En el sistema de calificación de la Asociación de Cafés Especiales el café de especialidad debe obtener una puntuación mínima de 80 puntos en una escala de 100, mientras que el café convencional no se somete a este riguroso proceso de evaluación.