En GreenTech 2022 tuve la oportunidad de platicar con el Ing. Andy Zamudio de BASF-Nunhems sobre el virus rugoso del tomate (TBRFV). Andy es ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de Guanajuato y ha desarrollado su trayectoria profesional en la parte técnica y la parte comercial del negocio de semillas.
El ingeniero cuenta con experiencia en cultivos protegidos por la Universidad de Almería (España) y actualmente se desempeña como Account Manager dentro de BASF en la división de semillas de vegetales Nunhems, donde se ha especializado en los cultivos de tomate, pepino y pimiento en sistemas de producción high tech.
Durante esta entrevista Andy nos explica la sintomatología del virus del rugoso del tomate, un virus que vuelve incomercializables los frutos, por lo que las pérdidas pueden llegar a ser bastante considerables; así mismo, también nos platica sobre las soluciones que han desarrollado en Nunhems.
La variedad Blindon es una variedad de tomate indeterminado con resistencia intermedia al virus rugoso del tomate, la cual es la principal solución que ha desarrollado la empresa para las zonas con mayor problemática, aunque no es la única, pues hay más variedades de la empresa con resistencia intermedia.
¿Qué tipo de virus es el rugoso del tomate?
El virus rugoso del tomate, conocido científicamente como Tomato Brown Rugose Fruit Virus (ToBRFV), es un patógeno de gran relevancia en la agricultura moderna. Este virus pertenece al género Tobamovirus, dentro de la familia Virgaviridae. Los virus de este género son virus de ARN monocatenario positivo, lo que significa que su material genético está compuesto por una sola hebra de ARN que actúa directamente como ARN mensajero en la célula huésped, facilitando la rápida producción de proteínas virales necesarias para su replicación.
Una de las características distintivas de los Tobamovirus es su alta estabilidad en condiciones ambientales adversas. Estos virus son extremadamente resistentes a la desecación y a temperaturas elevadas, lo que les permite sobrevivir fuera de las plantas durante largos periodos. Esta estabilidad facilita la persistencia del virus en el ambiente, incluyendo en superficies como herramientas agrícolas, manos de los trabajadores, ropa y material de embalaje, lo que contribuye significativamente a su diseminación.
A diferencia de muchos otros virus de plantas que dependen de vectores biológicos como insectos para su transmisión, los Tobamovirus, incluido el ToBRFV, se transmiten principalmente por contacto mecánico. Esto puede ocurrir a través del contacto directo entre plantas, así como mediante herramientas contaminadas, maquinaria agrícola, y manos de trabajadores que han tocado plantas infectadas. Además, el ToBRFV puede ser transmitido a través de semillas infectadas, lo que complica su control, ya que puede introducirse en nuevas áreas geográficas a través del comercio de semillas.
El ToBRFV tiene un rango de hospedadores amplio dentro de la familia Solanaceae, afectando principalmente a tomates y pimientos. Esta capacidad para infectar múltiples especies y su alta tasa de contagio lo convierten en un patógeno de gran preocupación para los agricultores y productores. La infección por ToBRFV puede llevar a pérdidas significativas en la producción debido a la reducción de la calidad y cantidad de los frutos, lo que tiene un impacto directo en la economía agrícola.
Además de su estabilidad y modo de transmisión, la estructura del ToBRFV contribuye a su capacidad de infección. El virus posee una cápside proteica que protege su ARN y facilita su ingreso y movimiento dentro de las plantas. Esta cápside también le confiere una resistencia adicional a las condiciones ambientales, reforzando su capacidad de supervivencia y diseminación.
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