A finales del año pasado se prohibió la importación de Roundup a México, el cual es el producto estrella que Bayer adquirió con la compra de Monsanto y que tiene como ingrediente activo al polémico glifosato, una molécula herbicida de amplio espectro utilizado especialmente en cultivos transgénicos.
¿Qué es exactamente el glifosato y cómo funciona en las plantas?
El glifosato es un herbicida no selectivo que se ha utilizado ampliamente en la agricultura desde la década de los 70. Su principal función es eliminar una amplia gama de malezas y plantas no deseadas que compiten por nutrientes, luz y agua con los cultivos agrícolas. Lo que lo hace tan eficaz es su capacidad para actuar de manera sistémica, es decir, penetra en la planta a través de las hojas y se traslada a otras partes, como las raíces, lo que asegura una eliminación más completa.
El modo de acción del glifosato es bastante específico. Bloquea una enzima llamada 5-enolpiruvilshikimato-3-fosfato sintetasa (EPSPS), que es clave en la vía del shikimato, un proceso metabólico esencial para las plantas. Esta vía es responsable de la producción de aminoácidos aromáticos, como el triptófano, fenilalanina y tirosina, que son vitales para el crecimiento y la supervivencia de la planta. Al inhibir esta enzima, el glifosato detiene la síntesis de estos aminoácidos, lo que eventualmente lleva a la muerte de la planta.
Una de las razones por las que el glifosato ha sido tan popular es que las plantas objetivo (las malezas) no pueden desarrollar rápidamente resistencia a esta sustancia, aunque en los últimos años se han identificado algunos casos de malezas resistentes debido al uso intensivo del herbicida. Además, es considerado relativamente seguro para los humanos y otros animales, ya que la vía del shikimato no está presente en los animales, lo que significa que no afecta directamente a organismos que no sean plantas.
El glifosato se aplica principalmente en cultivos como maíz, soya y algodón, especialmente en variedades genéticamente modificadas para ser resistentes al herbicida. Estas plantas han sido diseñadas para tolerar el glifosato, permitiendo a los agricultores aplicar el herbicida sobre sus cultivos sin dañar las plantas deseadas, lo que simplifica el manejo de las malezas.
Su efectividad y facilidad de uso han convertido al glifosato en una herramienta clave en la agricultura moderna. Sin embargo, su uso ha generado controversia en los últimos años, debido a preocupaciones ambientales y de salud, lo que ha impulsado debates sobre la regulación y el uso sostenible de este herbicida.