En esta entrevista he platicado con Andrei Rosales y Carlos Campuzano sobre muchas de las particularidades del uso y manejo de microorganismos en el suelo. Andrei y Carlos pertenecen a la empresa AliBio, la cual está especializada en brindar soluciones de microbiología para aumentar la productividad agrícola.
Esta es la primera de varias entrevistas que haré a los profesionistas de AliBio, quienes son especialistas en el desarrollo y la utilización de productos microbiológicos para mejorar el estado general del suelo y de la planta, así como para aumentar los rendimientos obtenidos en diversos productos agrícolas.
Durante este episodio Andrei y Carlos responden muchas de las preguntas más comunes que se suelen plantear tanto técnicos como productores al utilizar productos microbiológicos en campo. Puedes saber más sobre AliBio en su sitio web o en sus redes sociales: Facebook, LinkedIn, Instagram, Twitter y YouTube.
¿Qué microorganismos se aplican más en agricultura?
En la agricultura moderna, los microorganismos juegan un papel clave en mejorar la salud del suelo y el rendimiento de los cultivos. Entre los más utilizados se encuentran los hongos micorrízicos, las bacterias del género Rhizobium, los bacilos (Bacillus spp.), y los tricodermas (Trichoderma spp.). Cada uno tiene funciones específicas que benefician a los cultivos de distintas maneras.
Los hongos micorrízicos son esenciales en la mejora de la absorción de nutrientes. Estos hongos forman una relación simbiótica con las raíces de las plantas, extendiendo su red de micelios en el suelo y facilitando la captación de agua y nutrientes, especialmente fósforo. Su aplicación es común en cultivos de granos, hortalizas y árboles frutales, donde se busca optimizar el uso de fertilizantes y aumentar la resistencia de las plantas a condiciones de estrés hídrico.
Las bacterias Rhizobium son clave para la fijación biológica de nitrógeno, un proceso en el que estas bacterias transforman el nitrógeno atmosférico en formas que las plantas pueden utilizar. Este tipo de microorganismo se aplica principalmente en cultivos de leguminosas, como el frijol, la soya y las lentejas, permitiendo que las plantas obtengan el nitrógeno necesario sin depender tanto de fertilizantes nitrogenados. Esta práctica no solo reduce costos, sino que también mejora la salud del suelo a largo plazo.
Los bacilos (Bacillus subtilis, Bacillus thuringiensis, entre otros) se utilizan como agentes biocontroladores, ayudando a proteger los cultivos contra patógenos de suelo. Estos microorganismos actúan compitiendo por nutrientes o produciendo sustancias que inhiben el crecimiento de hongos y bacterias dañinas. Además, algunos bacilos promueven el crecimiento vegetal al mejorar la disponibilidad de ciertos nutrientes en el suelo.
El hongo Trichoderma también es ampliamente usado como agente de biocontrol, sobre todo en la protección contra enfermedades fúngicas que afectan las raíces. Este hongo es capaz de colonizar el sistema radicular de las plantas y competir con patógenos como Fusarium, Pythium y Sclerotinia. Además, algunos estudios han demostrado que ciertas especies de Trichoderma pueden inducir respuestas de defensa en las plantas, haciéndolas más resistentes a diversas enfermedades.
Otro microorganismo que ha ganado popularidad es Azospirillum, una bacteria promotora del crecimiento vegetal que mejora la disponibilidad de nitrógeno y fomenta el desarrollo de las raíces. Su uso es especialmente beneficioso en cultivos como el maíz y el trigo, donde su capacidad para incrementar la absorción de nutrientes puede traducirse en mayores rendimientos.
En conjunto, estos microorganismos forman parte de una tendencia hacia la agricultura más sostenible. Su aplicación no solo mejora la eficiencia en el uso de fertilizantes y reduce la dependencia de productos químicos, sino que también contribuye a la salud del suelo y al equilibrio del ecosistema agrícola.