En el episodio 004 hablé ya sobre las hormonas vegetales y en esta ocasión quiero tocar el tema con mayor profundidad, por lo que en este episodio comento los diez grupos de reguladores del crecimiento que son aceptados actualmente, cada uno de los cuales tiene ciertas particularidades para tener en cuenta.
¿Cuáles son las fitohormonas más importantes?
Las fitohormonas, también conocidas como hormonas vegetales, son compuestos orgánicos que regulan el crecimiento y desarrollo de las plantas. Entre las más importantes se encuentran las auxinas, las giberelinas, las citoquininas, el etileno y el ácido abscísico. Cada una de estas fitohormonas juega un papel específico y crucial en diferentes procesos fisiológicos.
Las auxinas son probablemente las fitohormonas más conocidas. Están involucradas en la elongación celular, lo que permite que las plantas crezcan hacia la luz (fototropismo) y en dirección contraria a la gravedad (gravitropismo). La auxina más común es el ácido indolacético (AIA), que se produce en las puntas de los brotes y luego se transporta hacia otras partes de la planta para ejercer su efecto.
Las giberelinas son otra clase de fitohormonas clave. Estas hormonas promueven la germinación de las semillas, el crecimiento de los tallos y la floración. Además, las giberelinas pueden romper la dormancia de las yemas y estimular la elongación de los entrenudos, lo que resulta en plantas más altas. En la agricultura, las giberelinas se utilizan para mejorar la calidad de los frutos y aumentar los rendimientos de cultivos específicos.
Las citoquininas juegan un papel fundamental en la división celular y la diferenciación de tejidos. Están involucradas en la formación de brotes laterales y en la retardación del envejecimiento de las hojas. Las citoquininas también interactúan con otras fitohormonas, como las auxinas, para equilibrar el crecimiento de la raíz y del brote, asegurando un desarrollo armónico de la planta.
El etileno es una fitohormona gaseosa que tiene un impacto notable en la maduración de los frutos y en la respuesta de la planta al estrés. Aunque en concentraciones bajas puede acelerar la maduración, el etileno también induce la caída de hojas (abscisión) y flores, y es esencial en la respuesta de las plantas a situaciones de estrés, como heridas o infecciones.
Por último, el ácido abscísico (ABA) es crucial en la regulación del cierre de estomas y en la respuesta al estrés hídrico. Durante periodos de sequía, el ABA se acumula en las hojas, lo que provoca el cierre de los estomas para reducir la pérdida de agua por transpiración. Además, esta fitohormona es esencial en la inducción de la dormancia de las semillas, permitiendo que estas germinen en condiciones más favorables.
Cada una de estas fitohormonas es esencial para el correcto funcionamiento de las plantas, regulando desde la germinación hasta la maduración de los frutos y la respuesta a factores ambientales. La interacción entre ellas determina el crecimiento y desarrollo final de la planta, haciendo de su estudio un aspecto fundamental en la agronomía y la biotecnología agrícola.