Platiqué con Miguel Narváez y Saúl Báez de la empresa Global Agrotrade Advisors sobre las posibilidades que existen para la exportación de productos frescos mexicanos hacia Europa y Asia, así como las diferencias en requisitos que deben cubrir los agroexportadores en comparación con Estados Unidos.
Todos sabemos que debido a la cercanía que tenemos con el mercado estadounidense, la decisión más sencilla para los agroexportadores es justamente enviar su producto a dicho mercado, lo que ha hecho que a lo largo de los años México se centre casi exclusivamente en los Estados Unidos, dejando de lado a Europa y Asia.
Por supuesto, hay muchos productos agrícolas mexicanos que llegan a los continentes europeo y asiático, sin embargo, la realidad es que los volúmenes suelen ser bajos, al menos en comparación con los volúmenes comercializados hacia el mercado estadounidense y esto ha hecho que otros países aprovechen la oportunidad.
A todo esto, es importante mencionar que México tiene la capacidad agrícola para cubrir la demanda de producto por parte de Norteamérica, pero también para enviar mayores volúmenes hacia Europa y Asia, sólo hace falta entender un poco más esos mercados y poder cubrir los requisitos que solicitan.
¿Por qué no se envían más productos agrícolas mexicanos a Europa y Asia?
Enviar productos agrícolas mexicanos a Europa y Asia enfrenta múltiples desafíos logísticos y regulatorios que limitan la cantidad exportada a estos mercados. Uno de los principales obstáculos es la distancia física, que implica costos de transporte elevados y tiempos de tránsito largos. Esto afecta especialmente a productos perecederos, que requieren condiciones controladas para mantener su calidad y frescura durante el transporte.
Además, las normativas de calidad y sanidad en Europa y Asia son muy estrictas. Los productos agrícolas deben cumplir con múltiples regulaciones fitosanitarias y de seguridad alimentaria que varían significativamente de un país a otro. Estas regulaciones incluyen límites en residuos de pesticidas, requisitos de empaque y etiquetado específico, lo que puede requerir inversiones adicionales en procesos y tecnologías para los productores mexicanos.
Otro factor son los aranceles y barreras comerciales. Aunque existen acuerdos comerciales entre México y ciertos países europeos y asiáticos, las barreras no arancelarias, como cuotas y normas de origen, aún representan un desafío. Estas restricciones pueden hacer que sea menos rentable para los productores mexicanos exportar a estos mercados en comparación con otros más cercanos o menos regulados.
Finalmente, la competencia en los mercados europeos y asiáticos es alta. Productores de otros países que tienen costos de producción más bajos o que están geográficamente más cercanos a estos mercados pueden ofrecer precios más competitivos o productos de calidad similar, dificultando la entrada de productos mexicanos.