Para este episodio entrevisté a Edgar Ramírez, quien es coordinador de auditoría interna en Eleven Rivers, una empresa creada por productores de Sinaloa con el objetivo de obtener asesoría y auditoría en temas de inocuidad agrícola y de responsabilidad social, dos asuntos de mucha importancia actual.
La reciente crisis sanitaria de la que apenas estamos saliendo no ha hecho más que aumentar la importancia de la inocuidad agrícola, razón por la cual las auditorías a los productores serán cada vez más requeridas, lo que a su vez justifica la creación de un organismo que realice preauditorías internas para correcciones.
Además, la migración del campo a la ciudad sigue con tendencia positiva en los últimos años, lo que está generando escasez de mano de obra en algunas de las zonas productores más importantes de nuestro país. Esta situación ha llevado a los productores a meterse en temas de responsabilidad social.
El caso de Eleven Rivers llama mucho la atención, pues es una empresa que le responde a los productores que audita, de modo que es juez y parte, lo que hace que su labor sea aún más destacable, pues deben mantener un nivel de profesionalismo elevado.
Además, como bien nos comenta Edgar, esta empresa ha permitido a los agricultores que forman parte del grupo, aumentar sus niveles de eficiencia, tanto para la producción en sí como para todas las actividades relacionadas con la misma.
¿Por qué las empresas de producción agrícola necesitan auditoría interna?
Las empresas de producción agrícola enfrentan múltiples desafíos operativos, desde la gestión de recursos naturales hasta el cumplimiento de normativas y estándares de calidad. En este contexto, la auditoría interna es una herramienta clave para asegurar que todos los procesos dentro de la empresa funcionen de manera eficiente y en cumplimiento con las regulaciones aplicables. Una de las razones principales por las que las empresas agrícolas necesitan auditorías internas es para garantizar la transparencia y el control de sus operaciones. Esto es crucial en un sector donde los márgenes pueden ser estrechos y la competencia es fuerte.
Las auditorías internas permiten detectar posibles ineficiencias en el uso de insumos como agua, fertilizantes o pesticidas, ayudando a optimizar los costos y mejorar la sostenibilidad. Las empresas agrícolas, a menudo, manejan grandes volúmenes de estos insumos, y un mal uso de los mismos no solo afecta las finanzas, sino también el cumplimiento de normativas ambientales y de seguridad alimentaria. Una auditoría interna regular puede identificar áreas donde se pueden reducir desperdicios o mejorar procesos, garantizando que se mantenga un equilibrio entre productividad y sostenibilidad.
Otro aspecto importante es el cumplimiento de normativas y certificaciones. Muchas empresas agrícolas operan en mercados que exigen altos estándares de seguridad alimentaria y prácticas agrícolas sostenibles, como las certificaciones GlobalG.A.P. o las normas orgánicas. La auditoría interna ayuda a verificar que los procedimientos internos estén alineados con estos estándares, evitando problemas futuros que podrían afectar la venta de productos o la imagen de la empresa. Además, una auditoría eficiente reduce el riesgo de sanciones legales o económicas por incumplimientos.
La auditoría interna también fortalece la capacidad de la empresa para gestionar riesgos. En el sector agrícola, los riesgos relacionados con el clima, las plagas o las fluctuaciones de los precios de los productos básicos son constantes. Una auditoría permite revisar si la empresa cuenta con las estrategias adecuadas para mitigar estos riesgos, desde seguros agrícolas hasta la diversificación de cultivos o inversiones en tecnologías de precisión.
Finalmente, la auditoría interna refuerza la toma de decisiones basada en datos. Al revisar continuamente los registros financieros, las políticas de compras, los inventarios y las operaciones de campo, las empresas agrícolas pueden tomar decisiones más informadas sobre inversiones, expansión o mejora de procesos.